Sucesos
Juzgan a cinco policías locales de Torrevieja por torturar a dos detenidos y a otros tres por ocultarlo
Los agentes detuvieron a una pareja por robo y fue amenazada, insultada y al chico le rompieron dos costillas, aunque después rehicieron el atestado en su favor
![Imagen de archivo de la Policía Local de Torrevieja](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2017/11/12/policia-local-torrevieja-kD8F--1240x698@abc.jpg)
Un tribunal tiene previsto juzgar este lunes, 13 de noviembre en Elche (Alicante), a cinco policías locales de Torrevieja por torturar, presuntamente, a un detenido y a su novia en 2006, así como a otros tres por ocultar lo ocurrido y falsificar un atestado, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).
La fiscalía pide provisionalmente para ellos penas de hasta ocho años de cárcel, en uno de los casos, aunque el juicio se ha suspendido en diversas ocasiones por la imposibilidad de localizar a las víctimas.
Los hechos se remontan al 23 de junio del año 2006, cuando un ciudadano guatemalteco fue sorprendido robando, presuntamente, en casa de un inspector de la Policía Local de Torrevieja, que tenía su teléfono intervenido por orden judicial en el marco de una investigación por tráfico de drogas.
Varias patrullas se desplazaron hasta el domicilio y los agentes detuvieron al presunto ladrón y a su entonces compañera sentimental, a quienes trasladaron a dependencias policiales.
Los sospechosos fueron supuestamente amenazados, insultados y agredidos por cinco policías, quienes rehicieron el atestado de la detención con el beneplácito de tres mandos para que hacer constar que se habían resistido y justificar así las lesiones que presentaban.
La fiscalía les acusa provisionalmente a los ocho acusados delitos de torturas, falsedad en documento oficial y omisión del deber de perseguir delitos.
En la causa llegó a estar también acusado el concejal de Seguridad Ciudadana de Torrevieja de aquellas fechas, Pedro Valero (PP), pero falleció el pasado mes de septiembre.
La investigación judicial de estos hechos incluye numerosas intervenciones telefónicas donde los implicados revelan que el presunto ladrón tenía "dos costillas rotas" junto a otras "lesiones graves" tras pasar diez horas en los calabozos.
Los implicados llegan a admitir en estas conversaciones que el detenido "está reventado por dentro", por lo que deciden "rehacer el atestado deprisa y corriendo" para que incluya que se había resistido a la detención y justificar así las lesiones que presenta.
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