Tribunales
Un jurado popular juzgará al descuartizador confeso de Marta Calvo por matar a tres mujeres y abusar de ocho
El instructor apunta a que el acusado introducía cocaína en los genitales de sus víctimas durante el acto sexual sin su consentimiento y fija una fianza de 350.000 euros
Hemeroteca | Dos años sin rastro de Marta Calvo: una búsqueda infructuosa marcada por el dolor de la incertidumbre
El Juzgado de Instrucción número 20 de Valencia ha decretado la apertura de juicio oral contra Jorge Ignacio Palma, acusado de matar a tres mujeres y abusar sexualmente de otras ocho introduciéndoles cocaína en sus genitales sin su consentimiento, en una práctica conocida como «fiesta blanca». La vista oral se celebrará ante un jurado popular, en una fecha aún por determinar, en la Audiencia de Valencia.
El acusado, de 38 años, seguirá hasta entonces en prisión provisional, donde se encuentra desde el 4 de diciembre de 2019, cuando se entregó de madrugada en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent y aseguró haber descuartizado a la todavía desaparecida Marta Calvo .
El auto de hechos justiciables apunta a que, en la madrugada del 7 de noviembre de ese año, Palma contactó con la joven de 25 años para mantener relaciones sexuales. Ambos se desplazaron en coche desde Valencia hasta la vivienda del procesado en la localidad de Manuel.
Allí «consumieron cocaína, manteniendo relaciones sexuales, en las que le pudo introducir piedras de cocaína en vagina y ano sin su consentimiento, conociendo las consecuencias letales de dicha práctica y que, provocaron su fallecimiento, decidiendo deshacerse del cuerpo que, todavía no ha sido localizado, pese a las gestiones de exhaustiva búsqueda en el vertedero de Dos Aguas» y otros lugares.
La investigación sobre lo sucedido con Marta Calvo destapó un reguero de casos similares que se habrían producido desde el verano de 2018 . Los indicios apuntan a que Jorge Ignacio Palma contrataba servicios sexuales a los que llevaba piedras o bolas de cocaína que introducía en los genitales de las mujeres, lo que provocó a muchas de ellas «pérdida de conocimiento» o «diversas alteraciones psíquicas o físicas», como un aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial.
«El investigado reiteró esas prácticas sexuales conociendo sus consecuencias letales y asumiendo el posible fatal resultado que derivó en el fallecimiento de tres de sus víctimas», señala la resolución judicial. Las otras dos fallecidas se toparon con su prfesunto verdugo meses antes de que se perdiera el rastro de la joven de Estivella, el 24 de marzo y el 14 de junio de 2019, respectivamente, ambas en viviendas de la ciudad de Valencia.
En el primer caso, «el acusado le colocó cocaína -con pureza del 81,67%- en la vagina y ano sin su consentimiento, y tras verla convulsionar, salió de forma precipitada de la vivienda sin prestarle mínima ayuda». La víctima falleció días después en el hospital por muerte encefálica. En el segundo, la pureza de la droga era del 90,31%. Tras las primeras convulsiones, Palma le tapó la boca a la mujer para que no gritara, «provocando su fallecimiento por insuficiencia cardio respiratoria, y abandonando la vivienda, detectándose cocaína en sangre de 9,31 mg/l y otra sustancia estupefaciente».
El auto dictado por el magistrado instructor requiere al procesado que preste fianza por importe de 350.000 euros para cubrir las posibles responsabilidades civiles. La Fiscalía y las acusaciones personadas en la causa sostienen que los hechos pueden ser constitutivos de tres delitos de homicidio o asesinato, así como de diferentes delitos de lesiones o asesinato en grado de tentativa, contra la salud pública, abuso o agresión sexual y contra la integridad moral.