Valencia
Un juez concede a un agente de la Policía Nacional la reducción del 99% de la jornada para que pueda cuidar a su hijo
El menor sufre diez patologías distintas y requiere de la continua atención de su progenitor
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha estimado de forma positiva las medidas cautelares solicitadas por los servicios jurídicos del sindicato Jupol , con la que se concede una reducción de jornada del 99% a un agente de la Policía Nacional, para que pueda cuidar de su hijo enfermo de diez patologías.
De acuerdo con la información suministrada por el sindicato, el juez ha admitido la petición de Jupol y del propio policía de reducir en un 99 por ciento su jornada de trabajo. Una posición contraria a la que le había concedido la Dirección General de Policía (DGP) , que únicamente le otorgó la reducción de jornada del cincuenta por ciento, siempre según las mismas fuentes.
La reducción ofrecida por la DGP, según ha explicado el propio policía, era claramente insuficiente, debido a la «complicada situación familiar» que atraviesan. Por este motivo, los servicios jurídicos de Jupol, concretamente a través del despacho de abogados Marco Navarro presentaron el recurso ante el TSJ valenciano, que ha considerado la situación del agente de «urgente», por lo que ha decidido aplicar la cautelar y conceder la reducción del 99 por ciento de la jornada laborar por un periodo de seis meses prorrogables.
Ingresos continuos y múltiples tratamientos
Según explica el sindicato de policías, para el agente, el reconocimiento de la reducción de jornada supone un ligero alivio para poder afrontar los múltiples cuidados que requiere su hijo que desde su nacimiento padece un total de diez patologías diferentes que suponen una merma en sus capacidades, continuos ingresos hospitalarios, tratamientos, estudios y una burocracia para sus padres que no pueden acometer de forma efectiva sin esta reducción de jornada laboral.
La situación familiar del policía es muy compleja, ya que además, su mujer padece una minusvalía reconocida que le limita la movilidad de un brazo, lo que le impide la realización de muchas de las tareas que supone el cuidado de un hijo en estas circunstancias, por lo que la mayoría de éstas recaen en el funcionario policial.