La luz más cara y la medalla del amor

Cuando el presidente Pedro Sánchez anunció la composición de su Gobierno, con casi tantos miembros y miembras como en una ofrenda de flores, deducimos que necesitaba a tantos, tantas y tantes porque muchos de ellos, ellas y elles no daban el nivel necesario. A falta de calidad, cantidad. O lo que es lo mismo, que había pocas luces. Así, unas, unos y unes tenían que compensarse para que no se notase en exceso la flojedad intelectual que caracteriza a la inmensa mayoría de los ministros , ministras y ministres que Sánchez necesita nombrar porque en ello le va el seguir siendo presidente.

Pocas luces, pero que nos salen bien caras. Y más por culpa del disparatado coste de la energía eléctrica, que en el caluroso mes de agosto ha alcanzado cotas propias del Everest . Manda huevos que los podemitas, podemitos y podemites que se ponían como panteras –ojo, cuando estaban en la oposición— ante el mínimo incremento del coste de la luz, ahora han hecho lo mismo que Pedro Sánchez en agosto, tumbarse a la bartola al sol de Lanzarote en el palacete que el Rey de Jordania Regaló al rey Juan Carlos, y no decir ni mu. El silencio de estío de Pedro Sánchez, qué hastío, le ha venido de perlas a los podemitas. Si el presidente no habla de la subida de la luz, ellos, ellas y elles tampoco.

Y callados, calladas y callades han estado los muy sinvergüenzas. Con todo lo que dijeron en contra un incremento del ocho por ciento del coste de la luz y lo afónicos que están ahora. Hay decenas de grabaciones de dirigentes de Podemos en las que se les escucha desgañitarse anunciando el fin de los abusos de las eléctricas “tan pronto como Pablo Iglesias sea presidente del Gobierno”. Eso decían y prometían. Pablo Iglesias pasó por el Gobierno sin gloria pero con gran paga y la luz comenzó a costarnos más. Primero un huevo, ahora ya doscientos. Sí, si, un doscientos por ciento se ha incrementado la factura de la luz . Lo nunca visto. Vaya sarcasmo que los españoles tengamos que pagar la luz mas cara con Podemos en el Consejo de Ministros. Y sin que los medios de comunicación dócilmente estabulados se decidan a levantar la voz contra el abuso, porque son de esos otros que optan por estar tan callados como puertas no vaya a ser que la subvención no llegue a su destino y palmemos.

Un tuit atribuido a la factoría Sánchez, ahora corregido, es objeto de múltiple reenvío estos días. Lo que en su día el propio Sánchez criticó a Rajoy , el incremento del 8%, se vuelve contra el actual presidente del Gobierno y su 195% de subida de la luz. Aquello lo retuiteó y aplaudió la casta podemita hasta enrojecer las palmas de sus manos para nada encallecidas . Ahora tan brutal subida es reflejo de la incapacidad, impotencia, indolencia, indecencia e insolencia de quienes tanto prometieron y nada han hecho por evitar la pobreza energética que, cada día mas, apaga y sofoca las ilusiones de decenas de miles de ciudadanos que no pueden hacer frente a la disparatada factura energética.

A finales de los años sesenta, cuando el nivel de vida de los españoles permitía algún capricho, una insistente y persistente campaña publicitaria por la festividad de San Valentín , en el día de los enamorados, incitaba a regalar a la persona amada la medalla del amor, en la que los versos originarios de la escritora francesa Rosemonde Gérard “hoy te quiero mas que ayer pero menos que mañana”, aparecían representados en los signos + y – según ocurrencia de un joyero de Lyon, Alphonse Augis , que vio e hizo el negocio. El éxito que obtuvo vino a demostrar que la coentor es universal. Y que lo era mas en el caso de los más pudientes y horteras que se decantaban por regalar los símbolos mas y menos enmarcados en brillantes y rubíes.

Para el presidente Sánchez y su multigobierno y con especial dedicación a los huérfanos de Pablo Iglesias (éste ya instalado en su pisito de soltero en Barcelona) hay que acuñar en plomo, y colgársela a sus cuellos, la medalla de la luz: “Hoy nos cuesta más que ayer pero menos que mañana”.