José Luis Torró - Al punto

José Luis Vera y «La ruleta de la suerte»

«Tentar en exceso a la suerte, como ha demostrado haber hecho de modo reiterado, suele ser arriesgado»

Por lo que he podido recabar de quienes tienen conocimientos musicales, la canción interpretada por Lola Flores , de la que son autores Antonio Quintero Ramírez, Manuel López Quiroga y Rafael de León Arias, no está inspirada en ninguna de las andanzas, tejemanejes, apaños, amaños y mamandurrias del abogado y ex magistrado por el cuarto turno, José Luis Vera . El título de la canción, «A tu vera», no guarda relación alguna con este nombre propio, uno más de los muchos que estos días aparecen en los medios de comunicación valencianos , que dan cuenta de mas detalles –a cual de ellos más sorprendente y hediondo— contenidos en los informes elaborados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y ya en manos de la Justicia.

José Luis Vera es profesional de «La ruleta de la suerte» , programa que Antena 3 emite de lunes a domingo entre las dos y las tres de la tarde y que concita el interés de un gran número de telespectadores interesados en saber si la suerte que dicta la ruleta gozará de la complicidad de quienes tienen que completar unas frases que, en no pocas ocasiones, dejan en evidencia el escaso caudal cultural y el pobre vocabulario de los participantes, víctimas de la Logse y demás leyes educativas sufridas por nuestros jóvenes cada vez más ágrafos.

El realizador de este programa es un José Luis Vera que no parece tenga parentesco ni relación alguna con el José Luis Vera Llorens que tantas veces aparece citado en el sumario del caso Azud . Quienes bien conocen a Vera Llorens apuntan que nunca habría recurrido a «La ruleta de la suerte» para tratar de llevarse unos miles de euros y, en el mejor de los casos, un coche que es el premio gordo, porque él, en tanto que hábil conseguidor, conoce mejor que nadie los laberintos e intríngulis de las administraciones para deslizarse por el articulado de leyes y reglamentos con el objetivo de ser él quien –siempre pro domo sua— maneje el mecanismo de la ruleta de modo que nunca pueda caer en la quiebra ni el pierde turno que tanto desespera a los concursantes de Antena 3 cuando tal les ocurre.

No, José Luis Vera es un abogado con estrechos vínculos con el Partido Socialista y mayormente con el gandiense clan Orengo. Fue el propio PSPV-PSOE quien propició su encumbramiento como magistrado por el llamado cuarto turno al que renunciaría después de ocho años de permanencia en los juzgados para volver a las actividades propias de su naturaleza muñidora y metomentoda que presuntamente le son más rentables tanto pecuniaria como emocionalmente hablando. Y sumando.

Imagen de archivo de José Luis Vera IVÁN ARLANDIS/LP

De entre las muchas trapacerías que llevan su rúbrica y de las que estos días vuelve a hablarse, ninguna tan osada y desvergonzada como la que llevó a cabo dentro de la Diputación de Valencia. Sólo alguien como él, con los mismos escrúpulos que los de un erizo de mar, pudo elaborar un informe que avalaba la propuesta de contratación de siete altos cargos de Divalterra en el momento en que la Diputación de Valencia estaba presidida por el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez , para a renglón seguido, atendiendo supuestamente a las directrices de Orengo (que había visto recortado su hegemónico poder en la corporación provincial) urdir la trama político-judicial que propició la peliculera detención de Jorge Rodríguez y su abrupta salida –nada de presunción de inocencia sino todo lo contrario—de la presidencia de la Diputación de Valencia. Ya se verá qué dice Vera cuando se le llame a declarar en el juicio que en que se juzgará el caso que afecta a Jorge Rodríguez y otros colaboradores suyos previsto para el mes de septiembre próximo.

Hasta ahora la ruleta de la suerte ha favorecido a José Luis Vera Llorens. Una suerte que ya ha empezado a darle la espalda y puede terminar no en el “pierde turno” o “quiebra” del concurso televisivo sino en algo mucho peor. Tentar en exceso a la suerte, como ha demostrado haber hecho de modo reiterado, suele ser arriesgado.

En tiempo de la II República uno caso tan conocido como fraudulento fue el de la tramposa ruleta Straperlo (acrónimo formado por los apellidos de los sinvergüenzas que la inventaron: Strauss, Perle y Lowan) para la que pretendieron conseguir su autorización en el casino de San Sebastián después de haber sobornado, entre otros, al propio Alejandro Lerroux , al que luego el propio Strauss denunciaría.

Alguien pensará que nihil novum sub sole. Otros verán parecidos y hasta concomitancias. Pues eso, que no nos viene de nuevas estas actuaciones de quienes a la sombra del poder se prodigan en amaños, apaños, tejemanajes, mandurrias y demás malas artes. A tu vera, siempre a la verita tuya…

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