José Luis Torró - Al punto

Por qué las Fallas valencianas no son catalanas

«Las Fallas tampoco se han librado de la rapiña acaparadora de los vecinos del norte»

Imagen de escenas de la Falla Convento Jerusalén ABC

No han tenido vergüenza, decencia ni decoro en apropiarse de poetas, pintores, novelistas, actores, escultores, ceramistas y hasta pontífices, todos nacidos en las tierras valenciana, y convertirlos por su cleptómano afán y propósito en catalanes . Ante semejante latrocinio, la izquierda valenciana -la política, social y cultural- ha hecho oídos sordos; los catalanistas de por aquí, que haberlos hay los por la influencia de miles de profesores dedicados al adoctrinamiento, han aplaudido complacidos y cómplices; la derecha, cuando pudo no quiso y cuando quiso no pudo, dejando sin corregir ninguna de tantas mentecateces.

[«El País Valenciano no es España»: el mensaje de ERC ante la reunión de Pere Aragonés con Ximo Puig]

En las últimas décadas organismos oficiales, léase Generalitat catalana, Diputación y Ayuntamiento de Barcelona, así como universidades, organismos, asociaciones, ómniums, collas, medios de comunicación, unos y otros híper subvencionados por el gobierno catalán, no han tenido pudor alguno ni recato en arramblar con la figura y obra de poetas, pintores, actores… para que una vez catalanizados pasasen a formar parte del imaginario delirante de la gran Cataluña .

Las Fallas tampoco se han librado de la rapiña acaparadora de los vecinos del norte. Meses atrás el Museu Etnològic i de Cultures del Món del Ayuntamiento de Barcelona incluyó en una exposición titulada Focs festius als Països Catalans las Fallas valencianas. Otro tanto había hecho en años anteriores aquella Generalitat al meter nuestras Fallas entre las fiestas populares catalanas .

Imagen de escenas de la Falla Convento Jerusalén ABC

Que las Fallas valencianas nada tiene que ver con Cataluña ha quedado demostrado en esta edición acumulativa de las fiestas josefinas del pasado año y este, celebrada en los primeros días de septiembre. La prueba más evidente de su no catalanidad ha sido la r eacción histérica de grupos independentistas , muy ofendiditos ellos, por las críticas contenidas en la falla Convento Jerusalén-Matemático Marzá que, por cierto, ha resultado ser la mejor falla de esta edición aplazada por la maldita pandemia.

Sí, porque si fuese una fiesta con orígenes catalanes , como ellos insisten en propagar machaconamente con impunidad y alevosía en su permanente codicia, no se habrían molestado tanto y puesto histriónicos hasta el paroxismo. Habrían entendido que las Fallas contienen elevadas dosis de ironía, humor, sátira, sarcasmo, mordacidad, socarronería … virtudes que en la Cataluña separatista hace años que desaparecieron cuando consiguieron silenciar y aniquilar socialmente a su mejor bufón, Albert Boadella , porque prefirieron reírles las gracias a Pujol y su señora, sobre todo cuando decía cosas tan desternillantes como que: «no tenim ni cinc».

Ni cinc ni vergonya, cavallers.

En la premiada falla aparecía el fugado Carles Puigdemont como flautista de Hamelin, mientras que Jordi Pujol, Quim Torra y Oriol Junqueras estaban representados como ratas que olisquean, corretean y se zampan la parte catalana de un queso con figura de España . El monumento, ya consumido por las llamas, era una crítica a todas las formas de corrupción que se han conocido en España en los últimos años. La falla no era, por tanto, una burla centrada exclusivamente en el separatismo catalán sino que hacia repaso, mofa y befa de todas las acciones delictivas de conocidos personajes que gracias al arte de su autor, Pere Baena , eran reconocibles del todo.

Alguien como Quim Torra , que se ha despachado contra todo lo que es y representa España con insultantes comentarios tuits, debería saber que « fer com fan no és pecat» . Y que él, que ha dicho de los españoles que son «carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, que destilan odio», bien podía llevarse una ración de su propia toxina.

Si ridícula ha sido la reacción de los que se han dado por ofendiditos –qué epidermis tan fina la suya—no lo ha sido menos la bobalicona rabieta de los indepes de por aquí , que en clara demostración de no saber lo que son las fallas, han salido a los medios y las redes para hacer púbica, sí, sí, púbica, demostración de su disgusto y enfado por la sardónica manera de retratar a sus líderes.

Pues eso, que si nos robáis las Fallas y todo lo que son y representan porque queréis venderlas como vuestras, leed al menos el prospecto y no haréis el ridículo tan espantoso que habéis hecho. ¡Y qué bueno lo de «les rates indepestents», neologismo fallero que tan bien os retrata y que merece alcanzar fortuna académica!

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación