Alicante
Ingresa en prisión el holandés que degolló a su pareja en Moraira tras ratificar la confesión
La declaración ante la jueza ha sido «dura y muy desagradable», según el abogado de la familia de la víctima, una mujer rumana de 36 años
El holandés de 59 años de edad que confesó haber degollado a su pareja , una mujer rumana de 36 años, el pasado domingo en Moraira (Alicante) ha ratificado ante la jueza que cometió el crimen y ha ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
Según ha explicado a los periodistas el abogado de la acusación particular que representa al hijo de 14 años de la fallecida y que también ejerce de portavoz de la familia, Alexander Rodenkirchen, el presunto asesino "ha colaborado en todo momento" en la declaración ante la jueza del juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Dénia.
"Ha declarado y ratificado lo que dijo en su día", ha informado este letrado en referencia a la confesión de los hechos ante la Guardia Civil , aunque el letrado ha evitado ofrecer más detalles para no vulnerar el secreto de sumario.
En todo caso, ha asegurado que ha sido una declaración "dura y bastante desagradable", tras la cual la jueza ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por los hechos.
El detenido, A.R.M.K., había llegado a las 8:40 horas a los juzgados de Dénia y ha sido dirigido al centro penitenciario minutos después de las 13.30 horas en un furgón de la Guardia Civil.
Huérfano de 14 años
El cuerpo sin vida de la víctima, Alina M., que deja huérfano un menor de 14 años , fue encontrado el pasado lunes sobre las 8 horas por operarios del servicio de limpieza cuando abrieron un contenedor para echar unas bolsas que había depositadas en el suelo.
En ese momento, descubrieron abundantes rastros de sangre dentro, donde estaba la víctima degollada envuelta en una colcha y vestida con ropa de calle.
La mujer presentaba heridas defensivas en los antebrazos y 24 horas después se entregó el presunto autor de la agresión mortal, su pareja, que en el cuartel de la Guardia Civil confesó los hechos.
El detenido contaba con antecedentes de violencia machista e, incluso, tuvo una orden de alejamiento hacia la víctima ya caducada debido a que la mujer no quiso ratificar la denuncia inicial contra el agresor.