Cultura

La ilustradora Paula Bonet denuncia el acoso que sufre pese a tener una orden de alejamiento

La artista castellonense relata en redes el calvario que vive desde hace dos años por culpa de un hombre que ahora ha descubierto la ubicación de su nuevo taller

Imagen de archivo de la ilustradora y escritora Paula Bonet EFE
Toni Jiménez

Toni Jiménez

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« A veces dice que quiere cortarme en trocitos , otras veces se agarra a la ventana de mi despacho a la una de la mañana mientras yo trabajo para que le explique qué me pasa, porque no me entiende, dice. Yo no respondo, solo pego un grito, le pido que se vaya y llamo al 112. El lunes pasado tuve que hacerlo tres veces. No hace falta que diga que sigo a la espera de juicio».

Es el relato del acoso que sufre, de nuevo, la ilustradora castellonense Paula Bonet en su taller de Barcelona. La artista de Vila-real ha vuelto a exponer su caso en las redes sociales con una fotografía en la que se puede vislumbrar la silueta de un hombre tras la puerta de su estudio, «saltándose así la orden de alejamiento» que le impuso una jueza.

@paulaboneti

El individuo ha descubierto la nueva ubicación del espacio de trabajo de la también escritora y acude constantemente al lugar con flores que deposita en la puerta .

Bonet denunció los hechos ante la Policía en septiembre del año pasado, cuando la situación ya se venía prolongando durante meses , tal y como ella misma reveló, y su acosador le enviaba correos con insultos, daba golpes en la puerta, asistía a sus charlas en primera fila o le dejaba «anguilas cortadas en trocitos con la bromita 'el violador' escrita en el sobre».

En ese momento, la ilustradora ya hizo alusión al escenario de desprotección y de continuo desasosiego en el que se veía obligada a vivir, llevando gas pimienta y un cutter en el bolso o cambiando continuamente las rutas para llegar a casa.

El problema, lejos de solucionarse, se sigue agravando. La joven lamenta ahora que las alumnas que acuden a sus talleres tienen que «lidiar» con esta «amenaza» y pide disculpas por «los mails y mensajes que siguen sin responder, las reuniones aplazadas o el estado de ánimo que os habéis encontrado las personas con las que me he cruzado esta última semana», en plenos preparativos de la Feria del Libro de Madrid.

Al mismo tiempo, agradece «el apoyo de mis personas queridas y de mi abogada» porque «sin ellas, esto sería imposible de afrontar». «Nos queremos libres» , asevera en un mensaje escrito en su cuenta de Twitter.

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