Cultura
De la iconografía de la miseria a la documentación de la esperanza
El IVAM hilvana el primer discurso expositivo en España en torno a la fotografía social norteamericana de los años 30
La edad de oro de la fotografía documental norteamericana coincidió con el momento más bajo de la historia del país. La economía había tocado fondo tras el crack bursátil del 29 , dejando a la población sumida en la miseria y la desesperación. Los empresarios arruinados se suicidaban, los trabajadores desempleados no tenían qué dar de comer a sus hijos y los agricultores emigraban en masa a California. Ante tal panorama, el arte sufrió una transformación paralela . Las experimentaciones formales que venían desarrollándose desde la primera década del siglo no satisfacían la necesidad de información y posicionamiento moral y político que exigían esos aciagos tiempos. Y quizás fue la fotografía la disciplina que más evidenció este viraje desde las nubes de la vanguardia (fotomontaje, Nueva Visión, Nueva Objetividad) hasta la pedestre realidad del momento.
Este es el caldo de cultivo en el que se gestó el boom de la fotografía documental en Estados Unidos ; un fenómeno al que el IVAM dedica hasta el 4 de septiembre una exposición dentro de su línea “Casos de estudio” . Las 200 obras incluidas en esta muestra –muchas de ellas procedentes del depósito de Gabriel Guallardó , pero también de los fondos del museo y de préstamos de la biblioteca del Congreso de Washington- tienen un punto de convergencia: el programa de documentación Resettlement Administration / Farm Security Administration, llevado a cabo a instancias del Gobierno de Roosvelt entre 1935 y 1943. Este proyecto de documentación gráfica -que contó con la participación de artistas como Walker Evans, Dorothea Lange, Gordon Parks, Ben Shahn, John Collier, Jack Delano, Russell Lee, Carl Mydans, Arthur Rothstein, John Vachon y Marion Post Wolcott - no solo buscaba retratar la miseria sino la vida cotidiana y los valores de la nación en proceso de reconstrucción. En un momento en que las iniciativas del presidente demócrata eran duramente cuestionadas por los republicanos liberales, estas fotografías sirvieron como herramienta propagandística. Las imágenes costumbristas de ciudadanos en la cola del teatro, comprando en la tienda de la esquina o bailando jazz en un club nocturno eran una prueba irrefutable de que la política keynesiana del “New Deal” funcionaba.
Eran imágenes directas, frontales, tan claras que no necesitaban explicaciones subsidiarias. Eso es lo que demandaban los ciudadanos, que querían saber cómo les iba a sus semejantes al otro lado del país. El mundo era un lugar incierto y requerían imágenes que les ayudaran a comprender las claves del desastre y a anhelar un futuro más esperanzador.
La exposición del IVAM, comisariada por Ramón Escrivà , comienza con un pequeño apartado dedicado a algunos de los precursores de la fotografía social en Estados Unidos como Lewis Hine, Paul Strand o Ralph Steiner . Junto a una cuidada selección de fotografías de la colección del IVAM y de la colección personal del fotógrafo Gabriel Cualladó, la muestra incorpora más de 100 negativos digitalizados de la Biblioteca del Congreso de Washington, así como películas documentales, revistas y fotolibros. En conjunto, todo este material nos acerca a un género dentro de la historia de la fotografía que tuvo una enorme influencia en Europa, y que ha dejado una indudable impronta en el imaginario colectivo contemporáneo.