Juan Zumalde - VERLAS VENIR

La hora

«Nuestro Parlamento autonómico prepara una declaración para oponerse al cambio de hora»

Imagen de un amanecer en la localidad alicantina de Altea ABC

Crisis de gobierno autonómico a la vista. L o que no ha conseguido ni siquiera la abstención de Puig que favorecerá el gobierno de Rajoy lo va a conseguir la hora. Si, la hora.

Se trata de una cuestión importante. De hecho, centra las discusiones entre padres e hijos adolescentes durante el fin de semana . ¿A qué hora volverás esta noche? Y el chiquillo contesta: “Bien”. La hora sirve para ver también el pelaje del ser humano. Los hay puntuales, impuntuales, maleducados y zaplanas. Estos últimos son los que llegan con más de dos horas de retraso cuando se les está esperando para que inauguren algo.

Y el cambio de hora que sufrimos dos veces al año ha sido históricamente un motivo de discusión entre los que dicen que es muy bueno porque se ahorra mucha energía y los que dicen que provoca más perjuicios que beneficios. A esta recurrente y aburrida discusión se han unido este año los empresarios turísticos que dicen que si el día acorta ellos pierden dinero y, por lo tanto, piden que no se cambie al horario de invierno.

No sé yo cómo casa este lío de las horas en un mundo globalizado. Estos días he leído algún texto sobre la idea de un economista y un astrofísico que defienden que sea la misma hora en todo el globo terráqueo. Es decir, que las 10 sean las diez en Valencia y en California. Lo que ocurre es que en un sitio estarán desayunando y en otro cenando. Todo muy disruptivo. No sé si estamos preparados para tanta uniformidad.

Mientras tanto, nuestro parlamento autonómico prepara una declaración para oponerse al cambio de hora, como ha hecho el parlamento balear. Lo que ocurre es que mientras el PSPV habla de mantener el horario de verano para hacer caso al sector turístico, Compromis y Podemos hablan de recuperar el huso horario que realmente nos corresponde y del que nos sacó la dictadura franquista, lo que de hecho supondría retrasar una hora los relojes, es decir, acortar el día en contra de los intereses del sector turístico. Si vence la tesis de Compromis y Podemos y no la del PSPV, el retraso de relojes será de dos horas. A las cuatro de la tarde, de noche. Llegados a este punto no se ni qué hora es, pero desde luego, es hora de que nuestros políticos se aclaren.

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