Cristina Seguí - EL CSEGUÍ

El hampa bolivariano-valenciana

«La Venezuela desde la que aterrizó López padre, tan esquilmada en sus derechos y libertades, aleccionó con su exquisito silencio a nuestros políticos cainitas»

El padre de Leopoldo López, en la tribuna de invitados de las Cortes MIKEL PONCE

Eran algo más de la una de la tarde del pasado jueves 14 de abril cuando el Partido Popular de la Comunidad Valenciana, con su líder Isabel Bonig al frente, presentaba una Proposición No de Ley (PNL) a favor de la pronta liberación de los presos políticos en la República Bolivariana de Venezuela , entre los cuales se encuentra Leopoldo López Mendoza, conocido opositor al régimen chavista . Dicha PNL fue neutralizada por los 47 votos en contra de Compromís, PSPV y Podemos ante los 44 a favor del grupo Popular y Ciudadanos.

La presencia en ese pleno de Leopoldo López padre fue extraordinaria. Encorvada, humilde y apoyada sobre sus propios brazos. Oteando sobre los escaños de la actual izquierda valenciana tan en el hospicio moral de su actual patrona, el hampa bolivariana.

Leopoldo observaba con cabellera longeva y calma severa, casi exasperante la equidistancia y el roce de impostados demócratas con el dictador que represalia a su hijo. La calma que se ha ganado aquel que ya no tiene nada que perder ni nada le queda por temer. Con una prestancia contenida y disciplinada. La propia del que, sin pedirlo y a falta del protagonista, ha asumido el papel de héroe secundario, pero héroe, al fin y al cabo. Asomando muy tímidamente a través de unos ojos cansados en los que se recrea la vivacidad de un padre que, según sus propias palabras, todavía espera a su hijo para cocinar arepas.

La Venezuela desde la que aterrizó López padre, tan esquilmada en sus derechos y libertades, aleccionó con su exquisito silencio a nuestros políticos cainitas en una Comunidad Valenciana gobernada por el nacional socialismo de Puig, Oltra y Montiel . Es la certidumbre de aquel que no desperdicia el tiempo porque sabe a qué se enfrenta y contra qué enemigo lucha. La del hombre curtido en mil batallas que, cada vez más alejado del misticismo populista que nosotros hemos acatado sin más preguntas, aterriza atónito en una democracia infantilizada y aturdida con el chupa chups del consenso político.

El socialismo del siglo XXI que, según datos de Naciones Unidas, asesinó a 28.000 venezolanos en 2015 y que somete a su pueblo a un desabastecimiento del 80% en medicamentos y del 70% en alimentos pagó a los Joan Ribó, Ignacio Blanco, Antonio Montiel y demás colaboracionistas del régimen más de siete millones de euros a través de CEPS. Y esto sin duda alguna explica por qué Oltra, mercantilista mediática de los derechos humanos y su ninguneado Chimo Puig, preferían tomarse un chupito en la cafetería de Las Cortes a la salud de Negrín en el aniversario de la Segunda República mientras transcurría la defensa y la votación de la PNL en vez de dar la cara ante Leopoldo López. La mayordomía bolivariana no podía correr el riesgo de cabrear al jefe.

Así, el actual PSOE valenciano, que decidió traspasar la línea de la neutralidad cómplice con el proyecto de Compromís para votar en contra de una Proposición No de Ley que defendía los derechos humanos en un primoroso alarde de oportunismo encomendado por el ausente Puig a su diputado autonómico Manuel Mata , quien justificaba esta alarmante manifestación de cobardía escudándose en la falta de competencias que el parlamento autonómico tiene sobre asuntos internacionales. Sin embargo, el señor Mata debió pensar que estas competencias no excedían a la cámara valenciana cuando Mónica Oltra viajó a Grecia para repartir amor entre los refugiados sirios que con ardoroso esmero se dedica a expulsar su amigo Tsipras.

Lejos de excusar su estulticia por culpa de algún inoportuno lapsus mentis, Mata insistió con su primorosa mezquindad al levantar la mirada hacia Leopoldo López para decirle que el Partido Popular le había secuestrado en Valencia. La increíble osadía de un oligarca populista cometiendo la torpeza de motejar a un López superviviente con la minoría de edad y la falta de voluntad propia. El ruin Mata frivolizando sobre el secuestro frente al padre de un secuestrado de verdad mientras le consolaba con la probable audiencia de un Zapatero que, aunque de visita a la Comunidad Valenciana aquél mismo día, en ningún momento acudió a las Cortes Valencianas ni a la posterior conferencia vespertina de López, a la que por cierto tampoco acudió un solo miembro de Compromís, PSPV o Podemos.

La ignominia y el heroico aguante de Leopoldo se zanjó con los diputados de Podemos, Antonio Estañ y Antonio Montiel . El primero es un querubín parlamentario al que todavía no le sale la barba completa y que suele llevarnos al bostezo y al repelús con intervenciones obsesivo-compulsivas con un Franco tan youtubeado como la sex symbol de cualquier adolescente. El segundo, dirigente de CEPS, aplaudió frente a López al tumbar la PNL de forma miserable como si fuera un colchonero que hacía años que no veía ganar al Atleti. ¡Qué vergüenza Sr. Montiel! A su edad…

Lo escribió Bertolt Brecht: “Señores, no estén tan contentos con la muerte del dictador, porque, aunque el mundo se haya puesto en pie y haya detenido al bastardo, la puta que lo parió está caliente de nuevo”.

Y yo añadiré que el actual Consell le calienta la cama.

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