Guillem Bertomeu - Lletraferit

Tormenta y tormento político

«Al contrario que cualquier manual de economía política en España y en la Comunitat Valenciana seguimos con un crecimiento desmesurado e insostenible de la Administración y de los sueldos públicos»

La relación personal con la política es tormentosa, es como cualquier relación donde mezclas sentimientos, pasión, emociones y desencantos. Ese desencanto te lleva a alejarla para que no te afecte y puedas crear nuevas expectativas. La política pasa a verse con distancia, desde un perfil más objetivo, sin histrionismo ni hooliganismos de barra de bar. Ya la consumes como una rutina, que se convierte en desasosiego, más cuando sabes cómo funcionan por dentro los aparatos, donde la «padrinocracia, pesa más que la meritocracia y muchas veces se confunden con oficinas de trabajo temporal cada cuatro años, «for more years!».

Estamos viviendo tiempos excepcionales, donde sufrimos una crisis «permanente» en nuestro país. Crisis política, económica, social, sanitaria y psicológica añadiría yo . Un aumento del desempleo, ERTES – ERES, o llámelos como quiera estimado lector, a las que se le suma una subida de impuestos a las clases medias y bajas, encubierta en mentiras y titulares marketinianos. Y todo este batiburrillo con una clase política más preocupada en mantener el sillón que en ofrecer soluciones, primando al ciudadano, por encima de cuitas ideológicas. Pero una vez más nos equivocamos y más estando al mando los sumos pontífices del «establishment» político que nunca han pegado palo al agua fuera del paraguas del partido.

«Pancrisis» con subidas de sueldos a los sectores más protegidos laboralmente, el funcionarial, y cómo no, también a los cargos del Gobierno que no iban a quedarse fuera de esta fiesta. Mientras aprueban sanciones y multas a las empresas privadas. Lo más triste, y más impotencia te da, es que te disfrazan sus medidas de moralina barata desde sus altavoces mediáticos edulcorados de verborrea de consultoría política, «España puede». ¿Puede a qué?

Al contrario que cualquier manual de economía política en España y en la Comunitat Valenciana seguimos con un crecimiento desmesurado e insostenible de la Administración y de los sueldos públicos. Que no es más ni menos que reparto de favores, de gratitudes partidistas , de encaje de bolillos para que al final salgan los números de los apoyos parlamentarios para poder mantenerse en la poltrona unos meses más. Un camino lento pero continuo de desafección de la política que nos está llevando a cuotas de abstención cercanas al 40%. De lo poco que no miente Tezanos en su CIS, es que la clase política es uno de los principales problemas de este país.

Como hemos visto en las elecciones de EEUU , vamos hacía una sociedad civil dividida en dos bloques, donde se les da un protagonismo a los populismos de ambas orillas del espectro ideológico, que se retroalimentan entre ellas, una no podría existir sin la otra.

No me quiero olvidar del uso continuado de las redes sociales de una manera primaria, como altavoz de las frustraciones de la gente , donde la razón pierde frente al de la inmediatez. Donde dejo escrito en 140 caracteres mi grito silencioso como forma de terapia de decir la mía al mundo que no me toma en consideración. Ánimo estimado lector, siempre nos haremos más fuertes en la adversidad…

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