Guillem Bertomeu - Lletraferit

Política de egos

«El tan manido acuerdo del Rialto del Ayuntamiento de Valencia ha sido un paripé que demuestra la insoportable relación entre Compromís y los socialistas»

Imagen de Joan Ribó y Sandra Gómez en la firma del Acuerdo del Rialto EFE

Estamos viviendo tiempos de rencor político en vez de pensar en el bien común. El tan manido acuerdo del Rialto del Ayuntamiento de Valencia ha sido un paripé que demuestra la insoportable relación entre Compromís y los socialistas. Solución, más cargos, más poltronas y más rimbombancia en las tarjetas de visita: vicealcalde. ¿Os acordáis cuando de pequeños decíamos que subcampeón molaba más que campeón porque sonaba mejor? Pues esto mismo.

No penséis que en el acuerdo del Rialto ha primado el bien común, no queridos lectores, ha primado el ego de cada uno, estirando una cuerda, que ambos sabían que no se podía romper. Siempre tenían la excusa de la extrema derecha en la boca, como si fuese ese antibiótico que sirve para todos los males. Que así sea señores.

A nivel nacional continuamos con más de lo mismo. Con un Pedro Sánchez sumido en una arrogancia demoscópica, que parece que todos los astros se tienen que alinear para otorgarle el aura de presidente in pectore. De momento tan solo ha conseguido cabrear a todo el mundo. Y que no se nos olvide, de la agenda valenciana, ni rastro, que se lo hagan saber tanto Compromís como los socialistas valencianos el peso que tienen a nivel nacional. Si a eso sumamos la ocurrencia de Joan Baldoví de ofrecer la voz de Compromís en el Congreso a Íñigo Errejón evidencia también el interés de sellar una alianza nacional como la que le supuso tener cuatro diputados junto a Podemos, que quedarse con uno solo, que es realmente su fortaleza electoral yendo en solitario. La cruda realidad.

Mucho también se ha escrito sobre la cena estival de las viejas glorias populares. Por lo menos ese grupo solo y sin ningún apoyo del “aparato” ha logrado reunir a más de un centenar de afiliados, no está nada mal y más en periodos no electorales y sin ninguna fecha precongresual interna a la vista.

Imagen de Joan Ribó y Sandra Gómez en la firma del Acuerdo del Rialto EFE

A las cenas oficiales ya de por sí, sean del partido que sean, tienen la obligación a acudir a rebato todo cargo público y apesebrados varios, tras amenaza de apercibimiento. Hablo de viejas glorias, porque todo parece indicar que no hay nuevas glorias dentro de los populares . Nadie que sobresalga del resto, en este inicio de legislatura más gris que el anterior tan solo constatando el nivel numérico de apoyos, votos y cargos públicos. Únicamente podría hacerse de notar la nueva y flamante portavoz municipal en Valencia, María José Catalá , con una actividad diaria más que notable.

La política tiene mucho que aprender de los valores del rugby. Los All Blacks , el 15 de Nueva Zelanda, basaba su carácter sobre tres principios: humildad, pertenencia de grupo y pensamiento crítico. No es un mal inicio donde podían tanto gobernantes como oposición reflexionar estas vacaciones y dejar de lado la cerrazón y el ego característico.

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