Guillem Bertomeu - Lletraferit
Ganar el futuro tras el coronavirus
«El desgobierno de España ya ha convertido en rutina el esperpento, sobreactuado y televisado con las múltiples ruedas de prensa diarias»
Última hora del coronavirus en la Comunidad Valenciana
Las situaciones de crisis hacen ver lo mejor de cada caso, liderazgos, pero también lo peor, aquellos que con alguna responsabilidad social o política que se ponen de perfil. Después de más de cuarenta días de confinamiento se pueden sacar muchas conclusiones al margen del cansancio de la gente a la que se le ha privado la libertad sin ningún plan de acción consecuente seis semanas después.
Durante estos días se ha visto una gestión autonómica y municipal mucho más notable que la coordinación nacional. O mejor dicho, descoordinación. Comunidades como Canarias, con una casi nula expansión de la pandemia del coronavirus , o Galicia , con ya un plan de previsión de testeo importante a su población para ver el impacto del virus en su comunidad son sólo algunos de los ejemplos.
Infinidad de alcaldes, sobre todo de poblaciones menores, incluso haciendo la compra y el puerta a puerta a sus propios vecinos. O estando al pie del cañón cargando y descargando material como uno más.
El desgobierno de España ya ha convertido en rutina el esperpento, sobreactuado y televisado con las múltiples ruedas de prensa diarias. La mala gestión de la compra de material sanitario, incluso pagando veintiocho veces más que su precio, para seis semanas después fijar un precio máximo de venta, colapsando el mercado, perjudicando a farmacias y fabricantes, incluyendo al clúster valenciano textil al no haberse nadie puesto en contacto con ellos. Todo tarde y mal… Aunque altos cargos nos hablen a nuestros hijos en primera persona y a la vez peguen el raje a la propia Justicia y a la separación de poderes de nuestro país. Lo peor de todo es que después no pasa nada, responsabilidad ninguna .
Parece que de todo el Gobierno de Pedro Sánchez se salva la gestión de Nadia Calviño y Margarita Robles , ambas con sentido de Estado, y el más valorado, el sentido común. Cuando nos están pidiendo sacrificios a todos los españoles lo primero que tendrían que hacer es recortar y «sacrificar» carteras ministeriales que se están viendo más inútiles y desaparecidas que otra cosa en tiempos de crisis. Me llamarán irresponsable o lo que sea, pero carteras como Consumo, Igualdad, o la propia de Cultura, visto las declaraciones de sus cabezas visibles, podrían unificarse en otras carteras, como siempre. España plagada de Ertes que afectan a nueve millones de trabajadores y más de veinte ministerios en la Villa y Corte.
Lo mismo sucede en el Gobierno valenciano, muchos consellers de perfil y eso Ximo Puig lo está aprovechando, mientras Compromís no sabe dónde colocarse en este nuevo relato.