Cortinas de humo veraniegas

Dícese de desviar la atención de los temas realmente importantes para la ciudadanía hacia otros temas de marcado carácter ideológico. Estamos acabando el mes de julio con una subida del gas del 10%, una subida de la luz de más del 130%, un incremento de carburantes... Y políticamente hablando seguimos hablando del Valle de los Caídos, de Franco, de “Matria”, a la par que aumenta el número de enchufados y personal a sueldo en las diferentes administraciones y “cortijos” varios. Si nunca ha pasado nada en estos últimos años, ahora a las puertas de las vacaciones veraniegas pues como que tampoco…

Muchas veces vuelvo a Chesterton y a su Liga Distribucionista. Los distribucionistas eran un movimiento de opinión que estaba dirigido a superar la catastrófica simplificación de la escena social dividida en dos orillas que no tenían más salida que el enfrentamiento entre la una y la otra. Capitalismo y socialismo, privado y público, izquierdas y derechas, rojos y azules . Más de un siglo después de estos escritos vivimos la misma situación.

En la Comunitat Valenciana llevamos seis años, desde el cambio de color político, donde no se ha vivido ninguna crisis de gobierno, ni mucho menos ninguna dimisión por actuaciones negligentes. Lo mismo podemos decir del ayuntamiento de l Cap i Casal . Se podía pensar que son unos servidores ejemplares o, lo más natural, que los pactos de gobiernos entre varios implican que las sillas se muevan lo mínimo posible. Además que casi la totalidad de los cargos públicos tienen su pasado laboral en el propio partido, nunca en la esfera privada, pero bueno, entrar en ese fango es mucho cantar.

Vivimos días donde al secretario autonómico de Empleo de Compromís va a pasar por el banquillo por malversación de fondos públicos y aquí no pasa nada. En política todo cambia cuando pasas de la oposición a gobernar, donde dije digo, digo Diego, y se acabó el problema.

Recupero con sorna los cometarios de mi compañero de opinión Vicente Ordaz , sobre las vacaciones del alcalde Joan Ribó. Ni corto ni perezoso el primer edil va a desaparecer en verano varias semanas y lo más curioso es que incluso estará ausente la semana previa a una posible celebración de las Fallas. Qué más da estar o no estar, debe pensar. Ya veremos cómo está la situación del Covid-19 desde estas fechas a finales de agosto, pero es el detalle de ”borrarte” de antemano o de lo poco útil que es su figura para el día a día municipal.

Queridos lectores, nos despedimos unas semanas con la misma sensación que iniciamos el curso. Gobiernos que funcionan a base de improvisación. Hemos vivido, sufrido, otro año más con el Covid-19 en el centro informativo, pero también usado por muchos frentes, el político sobre todo como excusa para esconder su forma de actuar en la excepcionalidad. Lo llaman resiliencia…. En fin, que descansen y disfruten.