Gota fría
La DANA hace peligrar el suministro de agua de 2,5 millones de personas en Alicante y Murcia
Las inundaciones inutilizan infraestructuras hidráulicas clave para el abastecimiento y el Segura reclama un trasvase del Tajo
El temporal de gota fría amenaza por los destrozos que ha causado en infraestructuras hidráulicas el abastecimiento de agua potable para 2,5 millones de habitantes de Murcia, Alicante y Albacete, al comprometer la producción de una desaladora y una potabilizadora de la Mancomunidad de Canales del Taibilla. En esta situación, resulta primordial el suministro de emergencia desde el acueducto de los trasvases Tajo-Segura, tal como informaron desde este organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica.
Por suerte, el pasado 13 de septiembre se publicó la autorización de una transferencia de 16,1 hectómetros cúbicos para este mes por este canal.
Aunque otros daños no influyen en este problema para el consumo doméstico directamente, la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) también reventó varias conducciones de riego en la comarca del Vega Baja, entre otras, en el post-trasvase cerca de Molina de Segura, así como en un muro del cauce del río Segura en Almoradí, y en el canal de desagüe del pantano de Santomera. Ayer todavía continuaban los trabajos de reparación de estas roturas que han agravado las inundaciones al añadir caudal incontrolado a las trombas que ya arrasaban los cultivos y anegaba viviendas en los cascos urbanos.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se comprometió a dar prioridad a estas obras para restablecer el suministro de agua potable «de calidad» y descartó que se vayan a producir más cortes en el suministro, a excepción «de algún caso puntual por las obras».
Pantanos al mínimo
A pesar del volumen ingente de agua que ha descargado en pocos días la gota fría -Morán cifró en 2.800 hectómetros cúbicos la aportación al río Segura- los pantanos de la cuenca siguen estando a la cola de España en nivel de reservas, al 25,9% de su capacidad, con 296 hectómetros, unos 50 más que hace una semana. Fuentes ministeriales matizaron que el registro de estos datos tardará unos días en reflejar la realidad, puesto que se trata de una media semanal e incluye jornadas en las que aún no se habían producido las lluvias torrenciales (las más elevadas en 140 años en Orihuela). De todas formas, la media de estos embalses en esta misma semana del año durante la última década era del 41,6%.
En el caso de la cuenca del Júcar, los pantanos han recogido menos agua, 17 hectómetros de un total de 1.008, por lo que están a un 30,2% de su capacidad y por debajo también de su promedio en los últimos 10 años, el 36,8% en esta semana de septiembre.
Varios factores explican esta paradoja de que unas precipitaciones tan fuertes no recarguen los embalses, el principal, que la mayor parte del agua discurre por las correntías y no se puede canalizar. Tan solo el de Santomera pasó de estar casi vacío (solo dos hectómetros) a llenarse con 21 y tener que abrirse sus compuertas para desaguar y evitar que rebosara. Además, las roturas causadas por las trombas también han provocado que se pierda parte del caudal.
Es más, la Confederación Hidrográfica del Segura abrió este martes una tercera vía en la desembocadura del río en Guardamar , el canal viejo que ya no se utilizaba, como medida de precaución para prevenir un posible reflujo, es decir, que el agua retorne desde el mar hacia el interior y agrave las inundaciones en varios municipios cercanos.
Otra zona afectada en la costa es la Manga del Mar Menor, sobre la que el secretario de Estado de Medio Ambiente advirtió de que el mar no se ha retirado y «sigue habiendo un proceso de desagüe espectacular que se va a prolongar en los próximos días».
Morán también alertó de que estos episodios de gota fría van a ser recurrentes en los próximos años, se van a convertir en «algo normal», por lo que hay que dar respuesta anticipada a estos fenómenos meteorológicos en el futuro, con actuaciones sobre el territorio «teniendo en cuenta las consecuencias del cambio climático».
Pillaje en Orihuela
Algunos ladrones han aprovechado el transcurso de los últimos días con viviendas y empresas desalojadas por las inundaciones para robar en ausencia de sus moradores o trabajadores.
Así lo denunciaron vecinos de uno de los barrios que han sufrido más estragos en Orihuela por el desbordamiento del Segura, Escorratel, donde vieron a individuos cargando en una furgoneta su botín conseguido entre los muebles y electrodomésticos que han quedado en la calle tras sacarlos de las casas por el agua.
También la Federación de Polígonos Industriales de la Comunidad Valenciana ( FEPEVAL ) alertó de robos en áreas industriales del polígono Puente Alto , en Orihuela, así como en viviendas del municipio vecino de Benferri . Y en Los Alcázares (Murcia), se trata de grupos organizados que han asaltado varios establecimientos comerciales, entre otros, un restaurante, una tienda de souvenirs y una sucursal bancaria, además de protagonizar un intento frustrado en un supermercado, según publicó «La Verdad».
Mientras surgía este motivo de inquietud añadida a los dramas por las pérdidas materiales, este martes seguían retirando lodo y agua miles de afectados en sus hogares, para recuperar la normalidad. Además, los daños ocasionados por la gota fría en el Levante mantienen aún suspendido el servicio ferroviario que discurre por varias localidades de Murcia, Valencia y el Corredor del Mediterráneo, según informó Adif. Las interrupciones afectan a los trayectos Murcia-Callosa, Murcia-Albacete, Lorca-Águilas, La Encina-La Font de la Figuera y La Unión-Los Nietos. Las dos líneas del AVE que unen Madrid con Valencia y Alicante no están afectadas, al circular por un tendido propio.
