Vicente Ordaz - EL FARO
De gestos y personas
«Las reuniones de los últimos días con jefe de Gobierno y ministros sirven de poco, casi de nada»
Echar la culpa de todos los males de la Comunidad al anterior Gobierno tiene un crédito limitado
La agenda del Consell en Madrid echa humo. En apenas dos semanas, reuniones de Ximo Puig con Rajoy y Montoro . María José Salvador, consellera de Territorio y Vivienda , tres cuartos de lo mismo con Ana Pastor , responsable de la cartera de Fomento. No se qué pensará desde su escaño en el Senado el expresidente Fabra, que sufrió como nadie el famoso cordón sanitario del Gobierno durante gran parte de su mandato. Traer a Montoro para reunirse con los empresarios se convirtió en misión casi imposible, saldada con visita del súperministro porque las elecciones estaban a la vuelta de la esquina, que si no...
Las comparaciones son odiosas, y desde la práctica más concreta, las reuniones de los últimos días con jefe de Gobierno y ministros sirven de poco, casi de nada. A un mes de elecciones, con la legislatura vencida, las Cortes disueltas y los presupuestos de 2016 aprobados , el margen de maniobra para el Consell es inexistente. Pero como la política son gestos, y cuentan mucho, las fotos a las puertas de Moncloa o el Ministerio de Hacienda hacen que la imagen de Puig cotice al alza.
Mientras tanto, de puertas para dentro la historia es bien distinta. Las cuentas de la Generalitat no cuadran y van a seguir sin cuadrar. Echar la culpa de los males de la Comunidad al anterior Gobierno tiene un crédito limitado y deja al descubierto una estrategia equivocada. Se demanda gestión y capacidad para obtener soluciones. Si la solución pasa por eliminar de los Presupuestos ayudas directas a entidades como Cáritas , Cruz Roja o la Asociación Valenciana de la Caridad, arreglados vamos. La medida no soluciona ningún problema y deja en mal lugar a un Ejecutivo que se presenta con la etiqueta de ser «el Gobierno de las personas», y que con decisiones de este tipo queda con las vergüenzas al aire.
Nadie dijo que gestionar iba a ser fácil , pero tampoco me imaginaba que los primeros pasos iban a ser tan pobres.
