Poyecto

La Generalitat Valenciana se mira en Suecia para abolir la prostitución persiguiendo al proxenetismo y a los clientes

La consellera Bravo recuerda en Alicante que el 80% de las mujeres que ejercen la prostitución en España son víctimas de trata

Imagen de archivo de una mujer ejerciendo la prostitución en las calles de Alicante JUAN CARLOS SOLER

D. A.

La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo , ha defendido este martes la necesidad de promulgar una ley por la abolición de la prostitución , que persiga a los clientes y al proxenetismo y ha recordado que más del 80% de las mujeres y niñas que ejercen la prostitución en España «son víctimas de trata».

Así se ha expresado en su intervención en la jornada 'Experiencias en torno al 25-N', organizada por la Subdelegación del Gobierno y la Universidad de Alicante .

Bravo ha lamentado que el Ayuntamiento de Alicante haya aprobado una ordenanza que «criminaliza a las víctimas y a la pobreza». «Necesitamos una ley integral para abolir la prostitución como la que se promulgó en Suecia donde se ha conseguido reducir los delitos de trata notablemente», ha defendido la consellera, que ha recalcado que la trata «no existiría si no existiera la prostitución».

Por ese motivo, ha añadido que «al igual que se ha hecho en Francia», hay que llevar a cabo « un cambio de paradigma que ponga el foco en la demanda». En ese sentido, Bravo ha lamentado que España «es el primer consumidor de sexo pagado de Europa y el tercero del mundo, solo superado por Tailandia y Puerto Rico».

A su juicio, «no se puede banalizar este fenómeno ni tampoco, como ha ocurrido aquí en Alicante, llevar a cabo políticas que criminalizan a las víctimas y la pobreza», en referencia a la reciente Ordenanza de Convivencia Cívica aprobada por el Ayuntamiento que, según ha criticado, prevé multas para quienes ejerzan la prostitución o la mendicidad en la vía pública.

«No es digno de una sociedad democrática tratar la prostitución como un problema de orden público y ver a estas mujeres como seres peligrosos para el resto. El problema está en quienes demandan sexo pagado y en quienes se aprovechan de la vulnerabilidad económica y social de estas mujeres», ha agregado.

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