Política
La Generalitat nombra presidente de un ente público al exlíder de CCOO que dimitió por su vacunación
Arturo León se pone al frente del Comité Económico y Social de la Comunidad Valenciana tras cerrar en febrero su etapa en el sindicato
La Generalitat Valenciana ha nombrado este viernes al exlíder regional de Comisiones Obreras (CCOO) Arturo León como nuevo presidente del Comité Económico y Social de la Comunidad Valenciana (CES-CV).
El Consell ha avalado este viernes en su reunión semanal la candidatura de León, que el pleno del CES refrendó hace unos días a propuesta de varias consellerias de Compromís y PSPV-PSOE , después de que quien ha sido presidente de esta institución durante cuatro años, Carlos Luis Alfonso Mellado, presentara su dimisión alegando motivos de salud.
El CES, con sede en Castellón, es un ente consultivo del Gobierno y las instituciones públicas valencianas, en materias económicas, sociolaborales y de empleo.
El exsecretario general de CCOO dimitió de su cargo el paso mes de febrero para no dañar la imagen de la organización que representaba tras la polémica por su vacunación contra el coronavirus .
León recibió la primera dosis para reincorporarse parcialmente a su plaza como técnico en la Unidad de Riesgos Laborales del Hospital General de Alicante, al ser requerido para reforzar el servicio en uno de los peores momentos de la pandemia en la región. Sin embargo, el liberado sindical no formalizó la vuelta a su puesto hasta varias semanas después de haberse inoculado, lo cual generó suspicacias y obligó a la Conselleria de Sanidad a abrir una investigación.
No obstante, desde Comisiones Obreras siempre defendieron que su secretario general había recibido el pinchazo «de acuerdo con el protocolo sanitario y en el orden establecido en su departamento de salud» y «en el último grupo, por detrás de personal de limpieza, informático, administrativo, de almacén, lavandería, seguridad o de cafetería». De hecho, el propio Gobierno de Ximo Puig, desligó lo ocurrido con León del resto de cargos públicos que se habían saltado los protocolos en unas fechas en las que la cantidad de vacunas disponibles era ínfima.
