Tribunales

El fiscal mantiene la tesis del amaño en el partido entre el Levante y el Zaragoza: «fue una estafa»

El Ministerio Público sostiene que el club maño abonó a los granotas cerca de 1,7 millones de euros para comprar el encuentro de la última jornada de Liga de 2011

Imagen de los 42 acusados en el inicio del juicio MIKEL PONCE

EFE

El fiscal Pablo Ponce ha relatado este lunes el procedimiento por el que, según su versión, se produjo el amaño en el partido entre el Levante y el Real Zaragoza en 2011 y que provocó la permanencia en Primera del club aragonés después de haber abonado a los jugadores del Levante 1,7 millones de euros, cantidad que ha sostenido que fue para comprar un encuentro «amañado, simulado y que fue una estafa».

El fiscal ha realizado una larga intervención, de más de tres horas, para sostener su acusación y ha insistido en distintos momentos en que el Real Zaragoza «compró el partido» ante el Levante, «que fue una estafa y un partido simulado y amañado» y también ha precisado que para eso necesitó la colaboración de sus futbolistas, que según Ponce, en la semana previa al encuentro «estaban más preocupados por los maletines que por ganar el partido».

El Real Zaragoza , como ha recordado el representante del Ministerio Fiscal, no pudo aportar los recibís de las supuestas entregas del dinero en efectivo, y que ascendió a 765.000 euros , en concepto de unas presuntas primas por la permanencia a sus futbolistas y ha recordado que todos los implicados declararon en sus respectivos interrogatorios que «nunca habían cobrado dinero en efectivo».

En su intervención, el fiscal ha dicho que «el dinero sale del club sin ninguna obligación contractual» y al respecto de las escasas explicaciones que dieron los futbolistas del Real Zaragoza durante su interrogatorio ha ironizado que «para qué voy a pedir un recibí si la cúpula del Real Zaragoza sabe para qué es el dinero».

El fiscal ha explicado que los 965.000 euros que salieron de las cuentas del Real Zaragoza en distintas transferencias a futbolistas y miembros del cuerpo técnico del vestuario aragonés fueron «ennegrecidos» y «se perdió su rastro» y las explicaciones de aquellos que lo recibieron «no se sustentan en ningún dato objetivo».

El club aragonés, que en junio de 2011 entró en concurso de acreedores, hizo «un falseamiento de las nóminas que tiene su reflejo en la contabilidad» para justificar la salida de 1.730.000 millones de euros de sus cuentas, tal y como ha reflejado durante su intervención el fiscal Pablo Ponce.

Ponce ha dicho que la investigación concluye que el partido fue comprado y que «sostener otra cosa es ir en contra del sentido común» y ha añadido que los futbolistas del Levante querían «ver el dinero porque no van a aceptar el amaño si no veían el dinero en metálico» antes de disputarse el choque a finales del mes de mayo de 2011 en el estadio Ciutat de València.

Además, según el fiscal, los futbolistas del Real Zaragoza «se sienten engañados» por el método que usó el club aragonés para extraer de sus cuentas el dinero y justificarlo después con unas «falsas nóminas», pero ha subrayado que a pesar de «ser engañados era aceptado por ellos porque a todos les interesaba» para conseguir la continuidad en Primera división.

Ponce ha explicado que los futbolistas del Levante realizaron «operaciones extrañas» en sus cuentas bancarias tras el partido investigado y que mantienen «un comportamiento anormal» después del encuentro y que así lo corrobora el informe realizado, mientras que ha aclarado que «también es posible que otros futbolistas no acusados» pudieron ser comprados y que los acusados son los convocados porque tienen el «dominio del hecho».

El fiscal ha recordado que, tal y como han probado con la prueba pericial, «hay once jugadores del Levante sin disposiciones en efectivo» justo después del partido y «durante un periodo prolongado de tiempo» y que coincide cuando se van de vacaciones tras haber acabado la temporada futbolística, mientras que otros cinco futbolistas realizan ingresos en sus cuentas sin haber efectuado antes retiradas.

Ponce se ha referido a una sentencia del Tribunal Supremo al asegurar que «lo relevante es que los indicios hay que valorarlos conjuntamente», ya que han aportado indicios «de datos objetivos» para trazar desde el origen del dinero en el Real Zaragoza hasta el destino del dinero en los jugadores del Levante y eso es «lo que hemos probado en este procedimiento».

El fiscal se ha mostrado muy contundente al repasar el comportamiento de los jugadores del Levante sobre el césped y ha recalcado «la aversión de los jugadores del Levante al área del Real Zaragoza no vaya a ser que fastidiemos la prima por dejarnos ganar» y ha explicado que en el primer gol de Gabi «le ayuda la barrerita que pone el Levante que no salta» y que el portero Munúa «si se pone más lejos, sale del estadio del Levante» , mientras que en el segundo gol el meta uruguayo «hace la estatua».

El delito de corrupción deportiva solicitado por la acusación es para los ejecutivos y jugadores del Real Zaragoza y para los futbolistas del Levante, mientras que el delito de falsedad documental sólo se imputa a los tres dirigentes del club aragonés en 2011 que están entre los investigados.

El juicio, en ABC

La versión del Real Zaragoza y sus exdirectivos

La versión de los exjugadores del Zaragoza

La versión de los exjugadores del Levante (I)

La versión de los exjugadores del Levante (II)

La versión de La Liga

La versión de los testigos

El Zaragoza está acusado como persona jurídica -no así el Levante- al igual que su expresidente, Agapito Iglesias, dos exdirectivos, Francisco Checa y Javier Porquera, su exentrenador Javier Aguirre y el exdirector deportivo Antonio Prieto.

Los jugadores y exjugadores acusados son, por parte de aquella plantilla del Zaragoza , Maurizio Lanzaro, Toni Doblas, Paulo da Silva, Ander Herrera, Gabi Fernández, Jorge López, Braulio, Ponzio, Carlos Diogo, Ivan Obradovic, Adam Pinter, Javier Paredes, Leo Franco, Jarosik, Ikechukwu Uche, Lafita, Nicolás Bertolo y Said Boutahar.

De los que formaban parte del Levante , son Miguel Pallardó, Gustavo Munúa, Rafael Jordá, Sergio Ballesteros, Juanfran García, Javi Venta, Rubén Suárez, Xavi Torres, Wellington da Silva, Jefferson Montero, Robusté, Manuel Reina, Caicedo, Cristian Stuani, Vicente Iborra, Héctor Rodas, Xisco Muñoz y David Cerrajería.

El fiscal solicita para los exdirectivos del club, dos años de prisión y nueve meses de multa con una cuota diaria de 50 euros. Para cada uno de los 36 futbolistas procesados se plantean penas de dos años de cárcel y seis de inhabilitación para la práctica profesional del deporte. La Liga eleva la petición hasta los cuatro años de prisión, la condena máxima prevista para delitos de corrupción deportiva.

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