Final del uso obligatorio de la mascarilla: Ximo Puig apela a la prudencia en interiores

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig , ha vuelto a abogar por la «prudencia» y la «responsabilidad individual» de los ciudadanos en relación al final del uso obligatorio de las mascarillas en interiores , que entrará en vigor este miércoles 20 de abril tras su aprobación por parte del Consejo de Ministros.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha celebrado la llegada de esta medida «extraordinariamente positiva» para avanzar hacia la «ansiada nueva normalidad mejorada », pero ha recordado que «no podemos olvidar las lecciones aprendidas durante la pandemia del coronavirus ».

Así se ha manifestado en una visita al aeropuerto de Castellón, donde no ha querido ofrecer más valoraciones sobre el adiós a las mascarillas en interiores hasta conocer los detalles del Real Decreto que entrará en vigor este miércoles tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado ( BOE ).

[Último día de mascarillas en interiores en Valencia: estos son los principales cambios a partir del 20 de abril]

«Supone ir alcanzando nuevos hitos en la salida de la crisis pandémica que tanto dolor y consecuencias negativas ha producido a la Comunidad y al resto del mundo», ha explicado el presidente del Gobierno valenciano. Asimismo, el líder socialista ha resaltado la importancia de mantener la « prudencia », ya que la pandemia «sigue entre nosotros».

«Que no sea obligatoria no quiere decir que no sea conveniente seguir llevándola en lugares donde se concentren muchas personas o en sitios cerrados con mala ventilación , ya que la enfermedad sigue ahí fuera aunque los indicadores epidemiológicos estén controlados», ha añadido Puig.

El jefe del Consell ha incidido en que «la prudencia siempre es aconsejable», pero no ha querido avanzar en qué centros de la Generalitat los funcionarios tendrán que seguir llevándola porque hay que ver la normativa estatal y «no es fácil homogeneizarlo».

Así, a partir de este miércoles 20 de abril la mascarilla dejará de ser obligatoria en todos los espacios cerrados de uso público salvo en establecimientos sanitarios como hospitales, centros de salud y residencias de ancianos , así como en el transporte público. Pasará a ser recomendable en el resto de lugares como bares, restaurantes, centros comerciales, cines y teatros, mientras que las empresas, a través de sus departamentos de prevención de riesgos laborales , deberán decidir si sus trabajadores la siguen portando durante su jornada.