Entrevista
Filippo Giunta, fundador del Rototom: «Muchos promotores italianos quieren traer sus festivales a España»
El director del encuentro defiende esta edición como «la mejor» de sus 23 años de historia
Filippo Giunta lleva el timón de uno de los festivales más prolongados y multitudinarios de cuantos siembran el panorama musical internacional. El Rototom Sunsplash, que desde hace seis años se celebra en el mismo recinto de Benicàssim que ocupa el FIB en julio, llega a su 23 edición con un cartel de ensueño para los acólitos del reggae y sus derivados (dance hall, dub, ragamuffin, etc). Cerca de 250.000 personas, repartidas entre el 13 al 20 de agosto, convertirán la localidad castellonense en el centro mundial de la cultura rastafari. Hablamos con el fundador y director de este encuentro, caracterizado también por su compromiso con el medioambiente, los derechos humanos y la solidaridad con países en vías de desarrollo. Un “DNI ético” que se tambaleó por primera vez el año pasado a raíz de una campaña de boicot contra un artista judío incluido en el cartel.
Centrándonos en el cartel del Rototom de este año ¿De qué fichaje está más satisfecho personalmente?
Manu Chao, porque llevamos diez años intentando traerlo pero nunca encajaban las fechas. Esta va a ser la primera edición del Rototom en la que actúa. Desde luego, para mí es el mejor cartel en los 23 años de historia del festival. Están los más antiguos, los héroes que hicieron famoso el reggae, y también los más modernos: Damian JR Gong Marley, Alborosie, Tiken Jah Fakoly, etc. También me gustaría destacar la presencia de Macaco, que aunque se conoce más por su faceta pop en realidad empezó con el reggae, y además ha preparado un espectáculo especial.
¿Hay alguna novedad con respecto a ediciones anteriores en cuanto a organización de las actividades paralelas?
Sí hay algunos pequeños detalles, como un parking con más espacio furgonetas y un área más grande para las familias, con tomas de luz para calentar leche y comida para los niños, etc. En el apartado de actividades paralelas, este año contamos con la presencia de cinco clubs europeos que montarán su propia discoteca, en la que se pinchará y se bailará el reggae que se escucha ahora en Inglaterra, República Checa, Francia, Italia y España. También hemos cambiado el área “Vivir la Energía”, que estaba enfocada a temas esotéricos por “Pachamama”, con talleres, charlas y música orientadas a la madre tierra y el contacto con naturaleza.
¿Ha mejorado el entendimiento del Rototom con las autoridades locales? ¿Siguen presionando para que el festival se traslade a septiembre? ¿Han mejorado condiciones del recinto, tal y como llevan demandando hace años?
«La Policía española sabe que cuando tienes a 50.000 personas en un recinto hay que centrarse en perseguir los delitos graves y ser más tolerantes con los menores»
Filippo Giunta
No ha cambiado mucho las cosas en cuanto al recinto, pero al menos sí tenemos más apoyo del Ayuntamiento de Benicàssim en cuanto al cambio de fechas. Al final se ha visto que esa petición había venido solo de algunos comerciantes de la ciudad, pero no era mayoritaria. No podemos hacer festival de ocho días en un mes en el que la gente no tiene vacaciones. Y no podemos hacerlo a partir de la segunda semana de agosto, porque es cuando las bandas de Jamaica están actuando en festivales de Estados Unidos. Nos pueden pedir muchas cosas, excepto movernos de fecha. Porque la solución sería irse a otro sitio, y no sería bueno para nosotros ni para la Comunidad Valenciana.
En 2011, la persecución judicial del Gobierno de Berlusconi les obligó a llevar el Rototom fuera de Italia. ¿Por qué se decidieron por España?
Porque España ya tenía una cultura de festivales, lo cual era importante porque tiene muchos trabajadores profesionales en este campo, desde montadores de escenarios hasta expertos en logística y producción. Otro factor importante fue que las instituciones ya están acostumbradas a tratar con festivales, y conocen sus problemáticas. La legislación aquí es más tolerante que en Italia, incluso con el consumo marihuana. La Policía española sabe que cuando tienes a 50.000 personas en un recinto hay que centrarse en perseguir los delitos graves y ser más tolerantes con los menores. Y, por último, el idioma. Nuestro equipo era italiano y nos resultaba mucho más fácil aprender español que no alemán o un idioma del Este de Europa.
¿Ha mejorado el clima en Italia para este tipo de eventos ahora que no está Berlusconi?
No hay cambiado mucho. Casi todos los festivales han desaparecido en mi país. Por ejemplo, el festival de rock Arezzo Way, con 30 años de historia, ha anunciado que ésta sería su última edición. Muchos promotores italianos están pidiéndonos información para venir a España porque han visto nuestro ejemplo.
El año pasado, el Rototom sufrió quizás la peor crisis de reputación de su trayectoria. Fue a raíz de la contratación del cantante estadounidense judío Matisyahu. Primero cedieron a la presión de los grupos de boicot a Israel, pero finalmente rectificaron y llevaron adelante el concierto tal y como estaba previsto. Visto ahora con la perspectiva del tiempo, ¿están satisfechos con el modo en que solucionaron el problema?
«Si empezáramos a analizar y juzgar la vida privada de cada artista tendríamos que renunciar a la mitad del cartel»
Filippo Giunta
Empezó como una pesadilla. Todas las soluciones parecían malas. Estábamos entre dos fuegos: unos nos acusaban de antisemitas y otros de sionistas. Al principio anulamos el concierto porque se estaba organizando una protesta violenta, y nosotros tenemos una gran responsabilidad porque al Rototom vienen muchas familias con niños. Pero cuando volvimos a la posición inicial y decidimos llevar adelante el concierto, toda esta campaña de protesta se desmontó sola. Porque todo el mundo de golpe dijo que no era justo perjudicar a un artista por su pensamiento político. Me preocupaba mucho que perdiéramos la imagen de paz, amor y tolerancia que define al festival. Pero al final todo salió bien.
¿Ha influido lo acontecido el año pasado a la hora de seleccionar a los artistas de esta edición?
No. No es la primera vez que venía una banda judía. Si empezáramos a analizar y juzgar la vida privada de cada artista tendríamos que renunciar a la mitad del cartel. Por ejemplo, muchos de los músicos proceden de una isla como Jamaica, con muchos problemas de violencia. Nosotros solo miramos qué música tocan y de qué hablan en sus canciones. Debido al problema que hubo en los noventa con la ola de grupos, algunos de ellos muy famosos, que incitaban a matar a gays y cosas por el estilo, en el Rototom prohibimos por contrato a las bandas y dj’s incitar a la violencia o a la homofobia en cualquiera de sus formas. Tenemos incluso a una persona que se coloca al lado de los dj’s y controla qué música pincha. La libertad de expresión es inviolable, pero esas cuestiones no son admisibles.
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