Ferran Garrido - Un pica en Flandes
Todos los domingos, paella
«El patrimonio cultural de un pueblo se construye a base de pequeños detalles»
Wikipaella: la guía con los 350 restaurantes que cocinan la auténtica paella valenciana
Me cuentan que todo comenzó de casualidad. Como solemos hacer las cosas por aquí. Así, como de repente. Un grupo de amigos, alrededor de una Paella, que decidieron poner en marcha una amable locura que, tras convertirse en aventura, ocho años después, es una realidad. Decidieron crear una asociación para promover la autenticidad de la Paella en el mundo, que falta hacía. Y lo hicieron con los ingredientes que tenían a mano. Buena voluntad, ilusión, un pellizquito de osadía, muchas ganas, ni un euro, y mucho amor por la Paella. Curiosamente esa Paella se la estaban comiendo fuera de Valencia, en realidad fuera de España. Y así nació Wikipaella . Hoy ya tiene miles y miles de visitas en su web.
Tal vez, estoy casi seguro, la primera Paella también surgió así, como de la nada, con los ingredientes que se tenían a mano en aquel momento para configurar el que tal vez sea el plato más universal de la gastronomía valenciana. Un plato humilde, tradicional, sencillo , con la variedad que nos ofrece la tradición de cada una de las comarcas de nuestra Comunidad Valenciana.
A estas alturas de siglo XXI, y en gran parte gracias a estos encantadores locos de Wikipaellla, ya nos hemos puesto de acuerdo en lo que es y lo que no es una Paella. No voy a entrar en esa discusión, menudo jardín, porque ya saben que puede ser interminable. Pero más allá de esos arroces con cosas, con muchas cosas, que nos encontramos por doquier, hemos aprendido a respetar la auténtica Paell a, con sus múltiples variedades, y sabemos que es nuestra, muy nuestra.
Tal vez pueda parecer que minimizo la cuestión hasta lo más básico, pero creo sinceramente que el patrimonio cultural de un pueblo se construye a base de pequeños detalles , de aportaciones que van configurando un perfil y un carácter determinado que cohesionan el acervo inmaterial de la sociedad y lo convierten a veces en patrimonio material y tangible para crear sus señas de identidad. Nadie me negará, a estas alturas, que la Paella es una de ellas, un emblema que pasea por el mundo, con su aroma y su sabor, el nombre de Valencia de la mano de su historia y su cultura. Y de paso se convierte en el más internacional de nuestros símbolos.
Pues bien, caldero en mano y cuchara en ristre, cada año Wikipaella lanza una guía que bajo el título “Dónde comer auténtica paella” nos hace viajar por la geografía valenciana para encontrar las mejores paellas clásicas. Un lujo al que ya nunca voy a renunciar. La guía, digo, porque la paella la llevo en el ADN.
Anoche, en Valencia, en el Palacio de la Exposición , fueron entregadas las distinciones que acreditan a los restaurantes que nos ofrecen Paella de verdad, de la buena. Ya son más de 300 en la Comunidad Valenciana, trece por el resto de la geografía nacional y algunos van apareciendo ya en países como Colombia, Estados Unidos, Costa Rica, Italia, Perú y el Reino Unido como prueba de que los valencianos hemos sabido exportar nuestra cultura desde bases sólidas, más allá de la rocambolesca imaginación de algunos que arrastran el nombre de la Paella por la osadía pintoresca y anecdótica de ponerle cualquier cosa al arroz.
Saben, lo que más me gusta de todo esto es la humildad con la que se hace. El mejor ejemplo es el premio . Esa distinción que se entrega a los mejores y que no es nada más que una sencilla cuchara de madera. Siempre pensé que los premios no son importantes por quien los recibe, si no por quien los entrega. Esa sencillez de una cuchara dice mucho de los creadores de todo esto, Paco Alonso , Guillermo Navarro y José Mazza a los que debemos estar muy agradecidos. Algún día alguien deberá pensar en entregarles a ellos su correspondiente Cullera de Fusta.
En fin, con el mundo por montera y la Paella por bandera, gracias en parte a Wikipaella, sé que con las cosas de comer no se juega . Así que hoy pongo mi granito de arroz y planto mi Pica en Flandes en esta empresa aventurera de la cultura y la Paella.
No lo duden, en Valencia, todos los domingos, Paella.