Ferran Garrido - Un pica en Flandes

La noche del milagro de las Fallas 2020

«Otras comisiones no han tenido tanta fortuna. No ha sido posible por diferentes circunstancias»

En estos tiempos en que todos hablamos de lo mismo, no puedo escapar de hacerlo, pero desde otra perspectiva. Rodeados de malas noticias, la llegada de una buena es como un soplo de aire fresco y de esperanza. Y se agradece.

Una de las consecuencias de esta pandemia del coronavirus ha sido el aplazamiento de la Fallas 2020 . Ya sé que, visto desde fuera, se puede restar importancia a esta situación, con todo lo que está cayendo. Lo sé. Pero somos miles los que lo vivimos en Valencia con mucho dolor en medio de toda esta marabunta que nos arrastra y que nos aísla.

Hoy, el milagro fallero del resurgir de la nada , contra todas las dificultades, tiene un nombre propio y muchos nombres anónimos. Pero hoy tiene nombre propio. La Falla Exposición de Valencia.

Con los ojos arrasados de lágrimas, de madrugada después de conocer la noticia , contemplaba desde la zona obscura de la calle, una avenida desierta, el espectacular monumento que ya tenía prácticamente plantado la comisión. Desde este silencio en el que últimamente me refugio, como una burbuja protectora, me di cuenta de que esas lágrimas no eran mías. Eran las de todas las falleras y falleros de la falla. No me podía quitar de la cabeza una frase que me dijo Claudia, la Fallera Mayor 2020 de Exposición, el otro día: “Me duele el alma”. Y lloré, esta vez, con lágrimas propias.

Pero en la noche del viernes llegó la buena noticia. Una buena, muy buena, en medio de todo esto. Después de sufrir lo indecible, en el día, la tarde y la noche de lo que ya hemos dado en llamar “la desplantá” los miembros del Taller del artista Fallero Davis Sánchez Llongo y un grupo de falleras y falleros que han demostrado tener un par, conseguían salvar íntegra su falla para poder plantarla más adelante. Cuando se celebran las Fallas 2020. Entera.

El esfuerzo ha sido titánico. Les hace entrar en la historia de las fallas con el nombre de “la noche del milagro” . Cuando parecía imposible, con la maestría de los artistas y con el esfuerzo de la comisión, “Extravagancia” volvía entera al taller de su creador.

Y las lágrimas de Claudia se volvieron en sonrisas y las caras largas alumbraron esperanzas. Al fondo, una mirada, Manolo el presidente de la falla, que cruzaba su ojos con David, el artista que recuperaba con vida su obra. Lo increíble estaba hecho. Esta vez la falla no resurgía de las cenizas. Resurgía de la nada. Pero estaba hecho. Y hay falla.

Otras comisiones no han tenido tanta fortuna . No ha sido posible por diferentes circunstancias. Pero Exposición logró el milagro .

Ahora, con esa calle ya despejada, toca quedarse en casa para seguir luchando con el aislamiento contra este virus que se ha cargado, entre otras muchas cosas tal vez más importantes, las Fallas. Vamos a por el bicho, por la gente que ha perdido la vida, por los enfermos y por nuestra sociedad, por nuestro país, una sociedad articulada y eficaz , moderna y disciplinada, como ha sabido demostrar el mundo de las fallas. Sirva de ejemplo.

Podemos cambiar los nombres y las circunstancias. Cada uno puede reflejarse en la falla de su barrio y de su calle. Pero, con permiso del lector, Exposición es mi falla. Y no puedo estar más orgulloso de ellos . Un ejemplo de tesón que pasará a los libros y a la memoria de las Fallas.

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