Ferran Garrido - Una pica en Flandes
Médicos
«He descubierto a una pléyade de tontochorras que les acusan de que no protestarían si gobernara uno u otro partido, o de que no protestaron cuando los recortes de otro Gobierno»
Hasta hace unos meses yo era de esos que decía aquello de “si te duele, ve al médico”. Claro, tal y como se ha puesto el tema con la pandemia y el coronavirus tal vez tenga que cambiar la frase para soltar lo de “si no te quieres morir, ve al médico”
Pues eso. Al médico. Curiosa gente los médicos . Supongo que, como en todo, no se debe generalizar. Pero de lo que no tengo ninguna duda es que son personas que se deciden a dar mucho a los demás. Mucho. Y desde muy jovencitos, porque su formación empieza pronto, es larga, costosa y difícil, y termina con un complejo periodo de residencia al que es muy difícil acceder.
Luego, con el ejercicio de su profesión, vuelven a darlo todo. Tiempo, voluntad, dedicación, más tiempo (por lo de las horas extras y tal) más dedicación… y mucho, mucho trabajo.
Yo no sé ustedes, pero yo confío mucho en mi médico. Soy paciente de Fernando, don Fernando para muchos, desde hace muchos años. Un hombre simpático, sencillo, buena gente, muy profesional y muy entregado a su trabajo. Vocacional , sin duda, y no les voy a soltar el rollo de lo de la vocación porque no hace falta, y además ustedes ya lo saben.
He hablado de esto de la vocación con mi médico muchas veces. Todas las profesiones requieren del impulso vocacional, sin duda, pero pocas como el ejercicio de la medicina.
En estos tiempos de pandemia , con todo lo que nos ha caído encima, nos hemos dado cuento de lo mucho que necesitamos a nuestros médicos, a todos nuestros profesionales de la salud, incluidos los celadores y los técnicos de las ambulancias, y la falta que nos hace su vocación. Lo malo es que tenemos la mala costumbre de acordarnos de Santa Bárbara cuando truena. Sólo cuando truena y no cuando llueve un poquito o cuando escampa. Somos así.
En estas últimas semanas he asistido a dos manifestaciones de médicos que reclaman algunas cosas muy básicas. Muy básicas. Y nos conviene a todos que les escuchen y les hagan caso. Nos va la vida en ello.
Miren si sus reivindicaciones son sencillas que sólo piden más medios para poder trabajar, contratos de trabajo dignos , salarios justos y estabilidad en el empleo. Así de sencillo. Y les digo una cosa… a ellos les conviene, pero a los demás, a nosotros, ni les cuento.
En medio del Estado de alarma surgía un movimiento, una asociación nueva que ha crecido de forma exponencial hasta agrupar, en muy poco tiempo, a miles de médicos españoles. Se les conoce como MUD, Médicos Unidos por sus Derechos, y me van a permitir que me añada a ese movimiento porque sus derechos son mis derechos, son nuestros derechos. La diferencia es que ellos los reclaman para poder atendernos en mejores condiciones y, nosotros, si nos despistamos, acabaremos reclamándolos para poder sobrevivir. Y no me quiero poner dramático.
Además, sus reivindicaciones, las de los médicos de MUD, no son políticas. Así que nadie les mire con el doblez de la desconfianza. Es verdad que nos cuentan con dureza que no viven de los aplausos. Los agradecen, pero saben que no son suficientes. Que la épica del heroísmo tiene sus límites literarios, pero que la profesionalidad enlaza más con la eficacia de su trabajo que con las desesperadas horas de UCI de las primeras horas y los primeros días. Y les doy la razón. No son héroes, aunque a mí me lo parezcan, son médicos. Y nos hacen falta.
Hace unos días les prometí ir dando visibilidad a los comportamientos irresponsables en estos días posteriores al confinamiento. En aquel artículo, « Libertad responsable », les di mi palabra de ir desenmascarando a todo bicho viviente que pusiera en peligro a los demás. Pues bien, con esto de las reivindicaciones de los médicos he descubierto a una pléyade de tontochorras que les acusan de que no protestarían si gobernara uno u otro partido, o de que no protestaron cuando los recortes de otro Gobierno… Como siempre, bordes los hay a derecha e izquierda que no ven más allá de sus narices y que no piensan más que con las vísceras. No les pierdan de vista.
En definitiva, por pura supervivencia ante lo que tiene que venir, que vendrá, que está viniendo, y si no pónganse mirando pa Lleida , me pongo de parte de los médicos para pedir más sanidad pública, más medidas de protección, más inversión, más medios y menos precariedad.
Y lo hago por convencimiento y, si me apuran, por puro egoísmo.
