Ferran Garrido - Una pica en Flandes
Financiación justa, de una puñetera vez
«Después de tantos años, me tomo la licencia de dudar de que, tras cuarenta años de injusticia, la solución nos llegue desde Madrid. Claro, que si no llega de Madrid, no llega»
Una cadena humana recorre Valencia . Todos los sectores sociales y políticos se ponen de acuerdo. Los partidos que ejercen el poder desde el Govern se expresan en la misma dirección. Incluso los de la oposición. La infrafinanciación pone de acuerdo a sindicatos y empresarios, pero la financiación justa , ajustada a la realidad y asociada al nivel poblacional de la Comunidad Valenciana, no llega. Nunca llega.
Como llevo subido muchos años al caballo de esta batalla, me puedo permitir el lujo de esgrimir la reivindicación perpetua , casi eterna ya, como arma arrojadiza para convertirla en reproche a todos los que, cuando han podido resolver esta situación, desde el poder, desde los sucesivos Gobiernos de España, no lo han hecho.
Ya sé que es fácil decirme que no es el momento de echar en cara lo que no se ha hecho para empujar en lo que se ha de hacer. Cierto. Mejor sumar que restar . Siempre. Pero no puedo evitar pensar en que la Comunidad Valenciana lleva cuarenta años con una financiación que ya linda con el insulto, a la mitad de lo que en realidad debería ser, y que ha obligado a los diferentes gobernantes de la Generalitat a hacer juegos malabares para ajustar sus presupuestos a las necesidades reales de nuestra población, mientras que los ingresos procedentes de Madrid en realidad están mermados, y que han visto como crece la deuda histórica de forma exponencial, año a año, en una comunidad que, además, ha de hacer frente a los gastos ocasionados por una población flotante que aumenta en sectores como la sanidad a causa de la presencia de turistas de otras comunidades durante la temporada de verano.
Dicho esto, que cada cual asuma sus responsabilidades , me sumo sin dudarlo, como un eslabón más a esa cadena humana que ha recorrido Valencia para reivindicar una financiación justa para la Comunitat Valenciana, de una puñetera vez.
No sólo es una situación de agravio económico. Es, además, una circunstancia que ahonda en las desigualdades sociales entre unas y otras comunidades que nos sitúa en el furgón de cola a la hora de los repartos presupuestarios. Aunque de eso ya ni hablamos, teniendo en cuenta que España sigue funcionando, a duras penas, con los últimos presupuestos del gobierno de Mariano Rajoy, prolongados por obra y gracia de la inestabilidad política nacional.
En una cosa estoy de acuerdo con algunas declaraciones que se han realizado en los últimos días. España necesita un gobierno, entre otras muchas cosas, para resolver la injusta infrafinanciación que padece la Comunidad Valenciana aunque, después de tantos años, me tomo la licencia de dudar de que, tras cuarenta años de injusticia, la solución nos llegue desde Madrid . Claro, que si no llega de Madrid, no llega.
En esto hay que ser incansables y contundentes. Por la financiación justa hemos de ir todos a una. Sin algaradas y por el camino correcto. Pero sin descanso. Ya no es sólo reivindicación. Ha de ser exigencia, gobierne quien gobierne.