Los pagafantas del Botànic

“Eres un pagafantas y lo sabes, hay cosas que nunca cambian”, es parte de uno de los ingeniosos diálogos de Pagafantas , una entretenida comedia española de hace algunos años pero que no pierde actualidad. Se conoce como pagafantas a aquella persona que actúa para agradar a otra, no atendiendo a su propio beneficio, a la espera de alguna retribución improbable en el futuro. O lo que es lo mismo, un tonto útil.

Como decía Borja Cobeaga , director de la película, “todos hemos sido pagafantas al menos una vez en nuestra vida. Hombres y mujeres. Solo falta ver hasta cuándo nos humillamos para ver si cae algo”.

Día a día los miembros del Botánic asumen su papel de pagafantas oficiales de la política española. Algunos ya indican que tienen certificado de pedigrí de pagafantas. Como el protagonista, los emisarios del tripartito cortejan al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez . Pero este solo les da palmaditas en la espalda, mientras bloquea la llegada de agua trasvasada a Alicante o pacta con Torra y los chicos de Bildu. Personalmente, tengo miedo de lo que les habrá prometido a estos últimos. A los catalanes, tras la reunión denominada “agenda para el reencuentro”, ya ha quedado claro que les ha prometido una cantidad considerable de millones de euros adicionales.

Como Chema, el pagafantas de la película, seguro que Ximo Puig o Joan Baldoví sueñan con tener un encuentro bilateral con Pedro Sánchez. De otro modo, no se puede entender que el diputado nacional le regalara su apoyo en la investidura, mientras el resto de partidos nacionalistas exigían alguna cara compensación. Baldoví se fue muy contento, pero es probable que, al final, se diera cuenta de que es un pagafantas más en la agenda del presidente.

Puig, por su parte, ha adormecido a su equipo de diputados para que, como hacía Jose María Aznar con el catalán, solo hablen de la infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana o de lo negativa que es la cancelación del trasvase para la agricultura alicantina, en privado.

Y, mientras tanto, Torra seguirá obteniendo más millones para sus embajadas o para aumentar los canales de TV3 , que parece que tenían pocos, o para que este llegue a más lugares en su poca leal emisión a los intereses de España.

Quizá cuando uno juega con sus sentimientos, pueda ser comprensible mimetizarse en lo que significa un pagafantas, pero lo que no se puede tolerar es que se juegue con el orgullo y el dinero de los valencianos y valencianas. Tener un gobierno pagafantas en la Comunitat Valenciana nos sale demasiado caro.