Fernando Llopis - El Último Liberal
Los exámenes de valenciano en Narnia
«No me gustaría que nuestra comunidad siguiese el camino de la vasca o catalana en la de exclusión e inmersión; cada vez es más complicado frenar estas acciones»
![Imagen de archivo de exámenes de la PAU en Valencia](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/07/18/pauvalencia-kPP--1248x698@abc.jpg)
«Si buscas la verdad, podrás encontrar confort al final; si buscas confort, no encontrarás ni verdad ni confort» decía el escritor británico Clive Staples Lewis, responsable entre otras de la famosas «Crónicas de Narnia». Los predicamentos de Lewis no parecen tener mucho éxito en los tiempos actuales, donde fingir o mentir son usados habitualmente. Se dice que las personas suelen mentir por tres motivos fundamentalmente: para conseguir premios, para evitar castigos o para adaptarse a un ambiente hostil. Esta última adaptación, como bien indicaba Lewis, no provoca al final ni confort ni adaptación real, así como dificulta o endurece las adaptaciones de las siguientes generaciones.
Algo así podríamos ver tras el resultado de las últimas elecciones vascas , donde parece que se ha asumido con total normalidad que un partido, que habitualmente organiza homenajes a terroristas etarras en el regreso a sus pueblos, haya obtenido una ingente cantidad de votos. La inmersión lingüística y social ha sido un proceso lento pero inexorable donde al final era mejor obviar la verdad para obtener un premio momentáneo hasta generar sin darse cuenta un ambiente en el que ya es imposible decirla .
Recientemente, nuestros jóvenes han tenido que pasar por uno de los exámenes más importantes a los que tendrán que enfrentarse. Me refiero a las pruebas de acceso a la universidad. Es un examen que en muchos casos marcará qué estudios, o no, podrán realizar a partir del próximo setiembre. Dada la importancia de las pruebas sería imprescindible que se desarrollaran en un ambiente neutro, que permitiese al estudiante enfrentarse al desarrollo de los ejercicios con la mejor tranquilidad. No es así, en las pasadas pruebas realizadas en Cataluña, cada vez que un estudiante solicitaba el examen con enunciado en castellano, en vez del de catalán que habitualmente se repartía, se marcaba como una incidencia. Esto da importancia a un hecho que no debería tenerlo, ya que es probable que en este caso, el estudiante incrementase sus nervios al tener cierto temor a que su redacción en castellano no fuera igual de valorada a que si lo fuese en catalán.
En la Comunidad Valenciana se ha ido algo más lejos y se ha propuesto como uno de los ejercicios a realizar, el comentario de un texto en valenciano donde se narra el maltrato que sufre el valenciano o catalán . También en el mismo se pedía al estudiante que propusiese ideas para acabar con tal discriminación.
En primer lugar, el estudiante podría haber iniciado su respuesta a tal pregunta indicando que no debe haber tal maltrato si él mismo debe realizar una prueba en valenciano en el examen más importante que ha realizado hasta la fecha. También podría añadir que ha estudiado valenciano en todos los cursos desde el primer día que entró el colegio. Pero es mucho más que probable que el estudiante prefiriese utilizar el pragmatismo y se centrara en enumerar aquellos aspectos que previsiblemente gustasen al corrector . Siendo así, en la mayoría de los casos, es probable que los correctores del examen hayan reforzado su planteamiento, ya que muchas respuestas vendrían condicionadas por el temor a que una respuesta hostil fuese castigada con una más dura calificación.
Sin poner en duda la honestidad de los correctores, entiendo razonable que los exámenes deberían ser lo suficientemente neutros para que se permitiese valorar, sin interferencias, la comprensión y la capacidad de escribir propuestas razonadas y con coherencia por parte del estudiante, independientemente de lo alineado que estén con el pensamiento del corrector.
No me gustaría que nuestra comunidad siguiese el camino de la vasca o catalana en este sentido de exclusión e inmersión . Cada vez es más complicado frenar estas acciones, pero como también decía Lewis «nunca se es demasiado viejo para fijar otra meta o soñar un nuevo sueño».