Fernando Llopis - El último liberal
La Conselleria fantasma en el Dien Bien Phu digital
«Si esto sigue así, Carolina Pascual está condenada, junto a sus cargos de confianza, a pasear por una Conselleria que creen que existe aunque no dispongan de fondos para gestionarla»
El principio del fin de la ocupación francesa en Vietnam se inició cuando el general Henri Navarre diseñó un plan que era en sí mismo un completo error. Su idea fue dejar a lo mejor de su ejército, los paracaidistas, en una aldea abandonada y de difícil acceso para poder recibir ayuda en caso de necesitarla. Navarre pensaba que dejar a sus tropas tan débiles atraería inevitablemente a los vietnamitas y entonces los derrotaría. Como era de esperar, los vietnamitas atacaron, pero los franceses se vieron obligados a una rendición ignominiosa .
Desde Alicante, la Ciudad de la Luz tiene, sin duda, muchas más comodidades que las que pudieron disfrutar los paracaidistas franceses, pero lo sucedido en los últimos días puede significar el Dien Bien Phu para Carolina Pascual , la consellera de Innovación y Universidades.
Pascual iba a ser la cabeza visible de una Conselleria con cierto tirón mediático y que, además, gracias a un golpe de efecto del presidente Puig, iba a estar ubicada en Alicante, con el objetivo de vertebrar la Comunitat Valenciana. Como hicieran el resto de consellers, se nombró a un importante número de cargos de confianza y asesores para dar imagen de estructura potente a la nueva Conselleria. Tras un breve acondicionamiento, la consellera se fue con sus directores y secretarios generales a Dien Bien Phu , digo a los edificios de la Ciudad de la Luz que iban a albergar la nueva Conselleria.
Al poco, cundió la preocupación por que esta cartera se convirtiera en un decorado más en un lugar tan cinematográfico, y que las promesas de dar peso a Alicante se las llevara el viento. Pero, igual que el general Navarre hablaba de la superioridad tecnológica de sus tropas frente a las locales, Pascual seguía centrándose en el peso de su equipo. El primer síntoma de que algo no funcionaba vino con la resistencia por parte de la Agencia Valenciana de Innovación (AVI) a ubicarse en Alicante. El segundo, cuando los presupuestos autonómicos apenas dotaron la partida para trabajadores, de manera que prácticamente, en las áreas de innovación, hay más cargos de confianza que empleados .
En Valencia, mientras la consellera pensaba en las redes 5G , su homólogo en Economía, Rafael Climent , se hacía con 55 millones que inicialmente iban a ser gestionados desde Innovación. El PSOE, una vez más, se había arrodillado ante la presión de Compromís . Ignoro lo que Pascual pensaría en aquel momento, pero seguro que algo parecido a lo que los paracaidistas franceses cuando las cosas se pusieron crudas y les comunicaron que era imposible enviarles ayuda.
Si esto sigue así, Pascual está condenada, junto a sus cargos de confianza, a ser como los protagonistas fantasmagóricos de la película «Los Otros», paseando por una Conselleria que creen que existe aunque no dispongan de fondos para gestionarla y no encuentren a ningún funcionario que les haga parte del trabajo.
Cuando las tropas francesas se rindieron en Dien Bien Phu, se acababa una guerra y se gestaba otra. Ignoro si el desprecio a la Conselleria ubicada en Alicante reflejado en los presupuestos tendrá consecuencias en el futuro.