Inseguridad
Familias vigilan las 24 horas por turnos en un colegio de Alicante por los robos
Madres y padres han acampado con sus hijos en un frío Puente de la Constitución y se ha abierto una investigación policial
Las temperaturas por debajo de ocho grados de mínima nocturna en este Puente de Diciembre en Alicante no han frenado a algunas familias de alumnos del colegio público Benalúa para vigilar las 24 horas acampados después de sufrir cinco robos por las noches en las dos últimas semanas.
La jefa de estudios del colegio, Loles Bañón , ha relatado a Efe Televisión que en esos cinco actos vandálicos los desconocidos han sustraído proyectores , ordenadores portátiles y de sobremesa, algún calefactor, mochilas y otros objetos varios, como curiosamente 72 natillas de la cocina, la última vez.
Ha apuntado que, además del material desaparecido, se causa un gran perjuicio al centro por la rotura de vallas y ventanas , principalmente, además de los inconvenientes en la labor educativa diaria por la falta de ordenadores y los daños en las pizarras digitales.
Los responsables del centro han dado conocimiento de esta situación tanto a la Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana como a las fuerzas de seguridad, que han iniciado una investigación recabando indicios y huellas digitales, aunque aún sin detenciones.
Se prevé que en las próximas semanas se refuerce la seguridad con alguna reja adicional y ampliando el sistema de alarma, pero la jefa de estudios ha instado a acelerar los plazos de estas medidas para evitar «seguir perdiendo recursos».
«Llamar la atención»
Por su parte, uno de los padres con dos alumnas de 3 y 7 años que se turna en la vigilancia, Gabriel Zalve , ha explicado a Efe Televisión que estos turnos de 24 horas pretenden tanto evitar nuevos robos como «llamar la atención» sobre lo que sucede.
«No sabemos qué más hacer», ha indicado antes de opinar que «seguramente serán chavales» que «por sí solos no creo que vayan a parar».
«Hemos decidido llamar la atención este Puente quedándonos aquí, turnándonos y pasando frío », según Zalve, quien ha declarado que uno de los aspectos que más les preocupan es que los asaltantes «se llevan (en los ordenadores) datos de nuestros hijos , del número de cuenta, de los domicilios» que, aunque no cree que sepan descodificar o usar, sí inquieta a los padres.