TRASVASE
La falta de agua pone en peligro el auge de las exportaciones agrícolas
El agroalimentario es el segundo sector más exportador y creció en 4.000 millones de euros en 2015 en Alicante, pero ahora verá reducida su actividad
Una de las locomotoras de la economía de la Comunidad Valenciana, las exportaciones hortofrutícolas, está amenazada por la falta de agua -que ha triplicado el coste del riego- y se puede frenar así un auge de las ventas que pasó, solo en la provincia de Alicante, de 251.858 millones de euros al cierre de 2014 a 255.701 al concluir 2015. Es decir, casi 4.000 millones de incremento , según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio difundidos por Asaja Alicante.
Sin embargo, con la falta de previsión para regar, los empresarios agrícolas ya han anunciado que no van a continuar con su ritmo de actividad «y en los mercados, habrá que sustituir lo que nosotros producimos por lo que hacen en otros países». Son los malos augurios que transmiten desde esta organización agraria. Además, alertan de que « después será muy difícil recuperar estos niveles» .
En el año que acaba de concluir se había aumentado en el sur de la Comunidad la producción de frutas y hortalizas en un 7% , con lo que se alcanzaron las 1.322.000 toneladas (93.000 más) gracias a una mejora de los rendimientos de 9,91 a 10,65 toneladas por hectárea, favorecido por «mejoras técnicas» y por el «repunte de la superficie de regadío, que es más productiva», según el balance de Asaja.
De hecho, la agricultura está consolidada en los mercados y fue el segundo sector más exportador en el conjunto de las tres provincias valencianas, solo por detrás de la automoción, donde tiene mucho peso la factoría de Ford en Almussafes.
Fin a los trasvases
Pero este panorama se enturbia desde el 1 de enero por el aumento de la reserva estratégica del Tajo, que impide legalmente los trasvases al haberse elevado el mínimo a 336 hectómetros cúbicos en los pantanos de Entrepeñas y Buendía. Según los últimos datos disponibles, de ayer mismo, éstos cuentan con 315 hectómetros. Hasta hace dos años, ese umbral estaba en 240 y en esas condiciones hoy seguirían autorizándose transferencias de caudales del Tajo al Segura.
Y las diferencias de agua embalsada siguien siendo abismales. Solo en la última semana, la cuenca del Tajo ha visto aumentar las reservas en 91 hectómetros, volumen que equivale a todo lo trasvasado desde el verano. Mientras, en los embalses del Segura y el Júcar hay 365 hectómetros menos que hace justo un año , en la primera semana de enero, y sus embalses están al 40,8% y el 36,5% de su capacidad, respectivamente.
Con estas carencias, a los regantes únicamente les queda la protección del decreto de sequía , que el Gobierno central amplió hasta el 31 de diciembre de este año, además de las actuaciones de «emergencia», con el recurso a pozos y la subvención del agua desalada, medidas que los agricultores consideran provisionales y así lo reconocen los responsables ministeriales, dado que la Unión Europea no permite prorrogarlas a largo plazo.
Y el triste consuelo de ver cómo algunos cultivos tradicionalmente de secano viven un momento dulce, como la uva para vino , con un 32,3% de aumento de kilos en la Denominación de Origen Alicante hasta las 31,192 toneladas, o la almendra , con 10.000 árboles plantados en el último año solo en el término de Villena. La oferta de este fruto seco sigue sin cubrir la fuerte demanda y «el litoral mediterráneo es el que concentra la mayor producción en España, que hoy por hoy se posiciona como el segundo productor mundial de almendra (tras Estados Unidos) con un volumen medio de 50.000 toneladas de grano», resaltan desde Asaja Alicante.
El Foro Pro Agua, auspiciado por esta organización y arropado por empresarios y las universidades, ha reclamado también la segunda toma en Cortes de Pallás para el trasvase Júcar-Vinalopó , una reivindicación que no está excluida de los planes ministeriales en el protocolo regulador.
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