Me llamo Mar. Soy profesora de inglés. Nací en Orihuela, en la Vega Baja, zona etiquetada como "no valenciano-parlante". Hoy me he enterado que no voy a poder presentarme a las oposiciones por no poseer los conocimientos suficientes de Valenciano. Soy lingüista y por ello aprecio todas y cada una de las lenguas del mundo y defiendo y apoyo el derecho a usarlas.
En la Vega Baja, el valenciano no representa a su población, no lo hablamos pero sí lo entendemos y, en mi caso, me da pena infinita no hablarlo correctamente. Pero hoy, hoy me siento una extranjera en mi comunidad.
Como ya he mencionado, soy graduada en Estudios Ingleses, con un expediente excelente. Tengo el Máster de Formación del Profesorado y mil cursos más. Pero eso aquí no es suficiente. ¿De qué me sirven todos estos años aprendiendo inglés? ¿De qué me sirve ser BILINGÜE en inglés si no es eso lo que me piden? ¿De qué me sirve recibir cumplidos por mis clases, por mi metodología o por mi inglés, si no me dejan acceder al sistema? No puedo luchar contra un sistema que premia el conocimiento del valenciano de docentes de INGLÉS por encima que el de la propia lengua que imparten.
El 13 de abril nos convocaron en Valencia a hacer un examen en el que no se evaluaron los conocimientos de Valenciano, si no los conocimientos de cultura general, con preguntas rebuscadas que en nada se correspondían con las de un nivel C1 y, como docente de lenguas, creánme, sé de lo que hablo. Preguntas como: el gentilicio de Ibi en valenciano (Iberuts, de nada), la cultura magiar (húngara), o "el país més enllà dels boscos" (Transilvania). Redacciones en las que se excluía por completo a cualquiera que no estuviese inmerso en la cultura valenciana que cito aquí: redacción sobre el plurilinguismo en las escuelas valencianas (recuerdo que eso a mi no se me aplica porque la lengua vehicular en mis clases es el Inglés) o la programación de A Punt (antiguo canal 9). Señores de la junta, eso no es conocimiento de la lengua, eso es quitarse de en medio a aquellos que no participamos (no por no querer, si no, por no poder) del circo mediático que han montado en esta comunidad. Pongamos el ejemplo de alguien de Albacete que quiere venir aquí a examinarse. Esa persona no tiene canal 9, A punt o cualquier historia que quieran inventarse. Esa pregunta es excluyente.
Allá por el 1983 se instauró la línea valenciana en los institutos (Ley 4/1983 del 23 Noviembre) y se concedió la exención del Valenciano a las zonas de la comunidad históricamente castellanas, entre ellas, la Vega Baja y todos sus municipios. 36 años lleva esta zona de retraso, 36 años en los que si se nos hubiese tenido en cuenta como una parte más de la comunidad ya no sucederían estas cosas. Se nos exige que tengamos un dominio AVANZADO (C1 en el marco común de referencia Europea de lenguas) de una lengua que estudiamos a malas penas 2 ó 3 horas en el Instituto y que de las que se nos concede la exención si así lo deseamos. Si queríamos dar valenciano en bachiller (donde yo estudié) había que quedarse al medio día para recibir clases. Nunca se nos ofreció la posibilidad de dar Historia, por ejemplo, en valenciano, es más, el tema de Jaume I siempre se saltaba. Solamente teníamos las horas de clase en las que se aprovechaba el tiempo de manera dudosa y al final, estábamos condenados a coger la exención para no vernos desfavorecidos en selectividad.
No estoy en contra del valenciano, estoy en contra de esta situación a la que hemos llegado por muchos errores continuados. Soy Oriolana, Alicantina y Valenciana...pero hoy, hoy no se lo que soy. Hoy no me dejan serlo. Me encanta la cultura valenciana, me encanta la lengua, me encantan las fiestas valencianas y todo lo que tenemos y aportamos culturalmente a España, pero mi Vega Baja, para Valencia, parece más un estorbo y parece además que nos quieran quitar de en medio. Soy extranjera en mi comunidad. Qué triste.
De nada me sirve tener un c2 en inglés, esos años estudiando en Inglaterra, ese conocimiento de la lengua que quiero impartir y todos esos cumplidos que recibo cuando abro la boca y hablo en inglés. De nada sirve, porque no hablo valenciano.
Aquí muere el sueño de una docente frustrada y de muchos más compañerxs.
Hasta el año que viene...o el siguiente.