«El falso e interesado conflicto de la escuela privada»: Oltra responde a las manifestaciones de la concertada
La vicepresidenta del Consell publica en las redes sociales las justificaciones para seguir adelante con el decreto de Marzà
Mónica Oltra ha calificado, a través de un mensaje en su perfil de Facebook , de «falso» e «interesado» el conflicto que actualmente existe entre el Consell y la educación concertada, después de que la Conselleria de Educación aprobase el decreto para el próximo curso 2017-2018 –el denominado arreglo escolar– que tiene previsto suprimir el concierto de algunas aulas de eduación Infantil, Primaria y Bachillerato.
«El pasado sábado se manifestaron en València personas que se supone reclamaban libertad para "poder elegir el centro educativo que quieran para sus hijos". Pues bien, pongamos un poco de luz en el tema», indica la vicepresidenta del Consell, que defiende, en una serie de puntos, la postura del Gobierno sobre la medida que afectará a 25 colegios, 6.770 familias, 8.125 alumnos y 124 profesores, según la página web de la plataforma Libertad de Enseñanza 27.1.
«Cada familia puede seguir eligiendo el centro educativo que quiera para sus hijos. La escuela concertada, que no son más que empresas privadas a las que la Generalitat les paga, seguirá funcionando allá donde la escuela pública no llegue por las razones que fuere», señala Oltra. Según explica la vicepresidenta en su publicación de Facebook, «La Conselleria NO cierra aulas ni unidades de la concertada, sólo retira el concierto allá donde la pública ya llega». Sin embargo, algunos de los colegios concertados de Valencia que han recibido la carta del conseller de Eduación, Vicent Marzà , con la comunicación de retirada de los conciertos entienden que la medida es « un ataque frontal a la libertad de enseñanza, al derecho de elección del centro» .
«Malgastar dinero como hizo el PP»
La justificación principal que Mónica Oltra razona para aplicar el decreto es la «demanda» de plazas : «Sería absurdo que, si en una zona geográfica la escuela pública puede escolarizar a todos los niños y cubrir la demanda, se siguiera pagando a una empresa privada para que escolarice a niños dejando aulas de la pública vacías. Eso simplemente es malgastar el dinero y mandar al paro a maestros y profesores de la pública como hizo el PP, que envió a 6.000 a las listas del paro».
En este sentido, centros concertados como el Colegio El Armelar –acogido al Régimen General de Conciertos desde el año 1986 y al Concierto singular de Bachillerato desde el curso 2007/2008 hasta la actualidad–, han explicado para ABC que la demanda de plazas para 1º de Bachillerato es muy superior a la oferta que los pueden hacer. «¿Dónde queda la libertad de las familias para elegir la educación que quieren para sus hijos?», señalan desde el Centro.
En su escrito, la vicepresidenta pone como ejemplo al sistema sanitario valenciano : «Imaginemos que una persona ha de recibir un tratamiento que la Sanidad pública ofrece pero esa persona quiere que se le administre en un centro privado por las cuestiones que fuese. Y como ese hospital le gusta, exige a la Generalitat que firme un concierto para poder ir. Suena evidente, ¿verdad? Esa persona podrá ir al centro privado, claro que sí, pero como la Sanidad pública lo ofrece, pues tendrá que pagárselo de su bolsillo porque es su elección rechazar la pública y optar por la privada».
El dinero público «ha de cubrir el interés general»
Por lo tanto, concluye, «¿Pueden los padres seguir llevando a sus hijos a la escuela privada? Claro que sí, pero no pueden exigir a la Administración que lo pague . El dinero de la Administración y de la Generalitat es de todos y ha de cubrir el interés general». Por su parte, Ximo Puig hizo también respondió a las manifestaciones de este fin de semana y declaró este lunes que «respeta absolutamente cualquier manifestación y posición en el debate educativo» pero admitió que «no puede consentir privilegios» ni que se trate de «cambiar la verdad». La «verdad» a la que se refiere el presidente de la Generalitat es, según sus palabras, «la reducción de algunas aulas, fundamentalmente en la educación no obligatoria». Lo que se traduce en miles de alumnos obligados a cambiar de centro, miles de familias perjudicadas. Es el motivo por el cual se manifestaron padres, docentes y alumnos el pasado sábado en Valencia.
A las palabras de Ximo Puig se suman las de este martes del conseller de Educación, Vicent Marzà, que ha señalado que las 31 unidades de los 25 colegios de escuela concertada que la Conselleria prevé suprimir «no son necesarias» porque « ya se están cubriendo esas plazas desde la escuela pública» y no se puede «doblar los recursos de una oferta que ya existe».
Marzà, junto a Oltra, han querido mandar un mensaje de «tranquilidad» a los alumnos de primero de Bachillerato, a quienes les aseguran de que la medida no les afecta si han comenzado la etapa educativa con el concierto en marcha y de que «podrán acabarla en las mismas condiciones».
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