Tribunales
El exdirector económico del IVAM sitúa a Consuelo Císcar en el centro de la compra de las obras de Rueda
Juan Carlos Lledó sostiene que él no participó en la negociación de los precios de las piezas del artista que vendió al museo su heredero
![Imagen de Juan Carlos Lledó este miércoles durante el juicio que se celebra en la Audiencia de Valencia](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2021/11/03/lledo-ivam-k7WF--1248x698@abc.jpg)
El exdirector económico del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) Juan Carlos Lledó ha señalado ante el tribunal que era Consuelo Císcar quien proponía de forma «oral» las compras que realizada la entidad y tomaba la decisión final sobre las mismas. De hecho, las reuniones de la comisión asesora de adquisiciones -a las que asistía para indicar si había presupuesto- se celebraban en el despacho de la entonces máxima responsable del museo y fue ella quien tenía «la competencia» de negociar los precios.
Lledó ha declarado este miércoles como acusado -durante casi tres horas- en el juicio que se sigue en la Audiencia de Valencia por la compra de reproducciones de la obra de Gerardo Rueda que el IVAM pagó como originales al heredero del artista. Es la última de las tres piezas en las que se separó la causa. La Fiscalía pide para él cinco años de prisión por delitos de prevaricación, falsedad documental y malversación en un presunto fraude que cifra en más de cuatro millones de euros.
El procesado, que ha respondido a las preguntas de todas las partes, ha defendido que no intervenía en el proceso de contratación. «Yo veía los contratos cuando se pasaba a la firma de la directora», ha señalado tras asegurar que de la gestión se encargaba el departamento artístico, puesto que él se dedicaba exclusivamente al «control del gasto» de las muestras que se proyectaban en el museo para «evitar déficit». «Mi única labor era cuando se daba el visto bueno a las facturas, se emitía un documento de pago que firmaba la directora», quien tenía la facultad de ordenarlos, ha matizado.
Sobre los contratos bajo sospecha de 2004 y 2006 en los que se adquirieron ocho obras a José Luis Rueda -con la donación añadida de noventa más-, Lledó ha asegurado que fueron realizados por una funcionaria con una «gran experiencia» y que considera «correctos» ambos expedientes , en los que se informa «favorablemente» de los detalles de las piezas y el precio, sin más informes que determinaran si ese coste se ajusta a los valores de mercado, como ha incidido la fiscal.
«No sabía ni quién era Gerardo Rueda»
Lledó se ha justificado alegando que no tenía conocimientos para valorar si el precio era el adecuado, porque no era su cometido y solo cumplía funciones de supervisión. Tanto es así que la mano derecha de Císcar creía que una obra póstuma «valía más» y «no sabía ni quién era Gerardo Rueda» .
Asimismo, ha explicado que los peritos valoraron en más de cinco millones de euros todas las piezas donadas, por lo que en la operación había un «beneficio» de más de un millón y medio para el instituto. Su percepción era que «se había hecho un negocio favorable», por lo que se sorprendió cuando en 2015 «esas mismas personas, con el caso ya judicializado, valoran las compras de una forma distinta». «Parece que entonces se dan cuenta de que se han fundido unas obras post morten », ha apuntado.
Respecto al carácter «privado» de los contratos, el acusado ha detallado que «la ley dice que el IVAM se somete a derecho privado, era indudable que era así en aquella época, y por tanto la compra de obras de arte sería un contrato de suministro, negociado sin publicidad», puesto que «en los contratos artísticos no existe concurrencia y normalmente no se negocia el precio ». Sin embargo, en 2007, con el cambio de la normativa, la Intervención de la Generalitat se manifestó de forma diferente y por ello emitió varias notas internas informando a los trabajadores que debían atender a la ley de Contratos Públicos, como le ha recordado la fiscal.
Según Juan Carlos Lledó, el pago de los 360.000 euros -en dos anualidades- que costó «El Gran Relieve» se adelantó unos meses porque se le informó de que la obra ya estaba en la Fundición Capa a falta de ser montada. Lledó autorizó el pago porque en la comisión «no se comentó» que la obra todavía se tenía que fundir. «Yo trabajo sobre papel» , ha argumentado.
La fiscal ha mostrado un correo electrónico en el que se adjuntaba uno de los contratos de compraventa con condiciones distintas a las que finalmente se firmaron. «Un primer borrador» , según Lledó, que fue «evolucionando». No obstante, ha incidido en que su departamento no negociaba con el vendedor.
Del mismo modo, «nunca se le pedía al artista el certificado de autenticidad porque se pagaba una vez recibida la obra». En este caso, un hijo que vende las creaciones de su padre, «la presunción de legalidad es completa», ha subrayado. «No sé si podían ser falsas, para eso está el departamento de conservación», pero «no hay ni un solo correo en diez años en el que se diga que la obra no es de Gerardo Rueda», ha zanjado.
Condenado a un año de prisión por el mismo caso
La defensa de Lledó pidió la nulidad de la causa al entender que ya se juzgó a su representado por los mismos hechos en la pieza principal del caso , la relativa al uso de recursos de la entidad pública para promocionar la carrera del hijo de Consuelo Císcar, 'Rablaci' , que se cerró por conformidad de las partes. Lledó fue condenado a un año de prisión y arrastra también una condena por tenencia de pornografía por la que pagó una multa de mil euros.
En la causa también está procesado, además de Císcar, y el heredero del escultor, José Luis Rueda. Císcar también pidió en las cuestiones previas la nulidad de las diligencias por supuestas irregularidades en la instrucción -algo que se resolverá en sentencia- y defendió en su comparecencia tanto la legalidad de las operaciones como la autenticidad de las obras. Anticorrupción solicita para ella una pena de seis años de cárcel, cinco para Rueda.
Por la sala Tirant de la Ciudad de la Justicia de Valencia está previsto que pasen alrededor de sesenta personas entre testigos y peritos a la lo largo de trece sesiones. La vista oral, que se reanudará mañana con la declaración de José Luis Rueda , tiene previsto concluir el 23 de noviembre.