Fernando Llopis - El último liberal
Espartaco Puig y las elecciones anticipadas
No parece que la situación política del gobierno valenciano justifique un adelanto electoral dado el coste económico adicional que supone no hacerlas junto con las elecciones municipales
![Imagen de Ximo Puig en el Palau de la Generalitat](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2018/08/16/puig-generalitat-kXND--1248x698@abc.jpg)
“Si haces que los adversarios no sepan el lugar y la fecha de la batalla, siempre puedes vencer”, escribía el famoso estratega de la antigua China, Sun Tzu. Algo así debió pensar el gladiador Espartaco cuando Roma mandó un ejército a luchar contra su rebelión en el monte Vesubio. El general romano Cayo Claudio Gabro esperaba confiadamente entablar la lucha al día siguiente y no se molestó en establecer una valla de protección alrededor de su campamento. Mientras tanto, Espartaco prefirió elegir lugar y fecha de la contienda arrasando el campamento romano esa misma noche, empezaban los triunfos de la rebelión de los esclavos que hizo temblar a Roma.
Al igual que Espartaco decidió adelantar la fecha de la batalla porque pensaba que tenía más probabilidades de éxito, la serpiente de verano de este año en la Comunidad Valenciana ha sido el posible adelanto de las elecciones autonómicas por parte del Presidente Ximo Puig . Es una posibilidad negada por algunos aunque no descartada por nadie y por ello todos los partidos se han puesto a valorar si esa posibilidad les beneficia o les perjudica.
No parece que la situación política del gobierno valenciano justifique un adelanto electoral dado el coste económico adicional que supone no hacerlas junto con las elecciones municipales, pero también es cierto que eso en general parece no preocupar a la opinión pública y que a fin de cuentas es el Presidente Puig el que tiene la potestad de convocar las elecciones.
Siempre se puede utilizar el mensaje de que toca poner a la Comunidad Valenciana en el centro de la opinión pública española utilizando unas elecciones que en general siempre se siguen en toda España, por la posible información sobre resultados extrapolables que puedan aportar. Personalmente, yo entiendo que no es una justificación razonable, pero también es cierto que estoy algo cansado que las autonomías históricas, por cierto algunas con menos historia que nuestra Comunidad, tengan ese privilegio de ir a la suya mientras los valencianos parece que estemos condenados a ir con el “mogollón”.
Volviendo a la fecha y lugar propicias para el combate, Puig tiene un objetivo doble, en primer lugar obtener mayoría absoluta junto a Compromís y Podemos para que el tripartito gobierne la Comunidad, y el segundo obtener más votos y diputados que sus hasta ahora aliados de Compromís, para poder seguir ejerciendo la presidencia de ese gobierno. Y según las encuestas, ahora es el momento propicio para conseguir ese doble objetivo.
Compromís parece dudar del beneficio de ese adelanto electoral. Por una parte, dado su poder local le beneficia el realizar de forma conjunta elecciones autonómicas y locales, pero el hecho de que en esta ocasión se realicen junto con las europeas puede perjudicarle, ya que es probable que en unas elecciones en las que se hable mucho de España y Europa le reste opciones a las propuestas independentistas y excluyentes dentro de los sectores moderados de la Comunidad. Además, el liderazgo de Mónica Oltra no está puesto en duda, pero sí el de los que le acompañarán, elección que pude ser algo difícil dado el complejo entramado de partidos y asociaciones que conforman la coalición.
Podemos, Ciudadanos y Populares ahora mismo se encontrarían sin un liderazgo claro ante ese posible adelanto electoral, algo que les puede restar opciones, pero no creo que cometan el error de Cayo Claudio Gabro y no inicien a la vuelta de agosto los procesos correspondientes para preparar la posible contienda.
Y volviendo a Puig, seguro que duda, podrá pensar en la audacia de Espartaco, pero también en errores similares como los que cometió Artur Más, cuando adelanto sus elecciones marcando el inicio del fin de Convergencia, partido hegemónico en Cataluña desde la transición. También es posible que piense en lo que escribía Sun Tzu, “Para poder vencer al enemigo, todo el mando militar debe tener una sola intención y todas las fuerzas militares deben cooperar”, y hasta hora con Mónica Oltra ha sido capaz de gestionar el gobierno sin grandes éxitos pero sin los escándalos del Partido Popular. ¿Será capaz de hacer lo mismo enfrentado a su hasta ahora socia? Ahora toca esperar y estar atentos al nueve de octubre, hay quien rumorea que puede ser la fecha propuesta para anunciar, envuelto en la “senyera”, el anticipo electoral.