Cultura

Elisa Badenes: «'El Quijote' es uno de los ballets más complicados técnicamente que existen»

La joven valenciana, ascendida a bailarina principal en Stuttgart, debuta en Les Arts junto a la Compañía Nacional de Danza

Elisa Badenes en plena actuación JESÚS VALLINAS

MARTA MOREIRA

Con apenas 23 años, el nombre de Elisa Badenes resuena ya como una de las renovadoras generacionales de esa estirpe de grandes bailarinas españolas de proyección internacional que encabeza Tamara Rojo o Lucía Lacarra. La joven artista valenciana, ascendida hace dos temporadas a bailarina principal del prestigioso Ballet de Stuttgart , actuará este sábado por primera vez en el Palau de les Arts para protagonizar la versión del coreógrafo José Carlos Martínez sobre el clásico de «El Quijote». Lo hará junto a la Compañía Nacional de Danza (CND), a la que se suma excepcionalmente como bailarina principal invitada en las funciones de hoy y mañana domingo. Hablamos con ella momentos antes de que iniciar los ensayos del espectáculo.

El primer contacto de Elisa con el baile vino de la mano de la gimnasia rítmica , ya que la formación de este tipo de deportistas requería ciertas nociones de ballet para aprender a realizar piruetas. Al contrario que al resto de sus compañeras, a Elisa sí le gustaban este tipo de clases. El siguiente paso fue inscribirse en el Conservatorio Profesional de Danza de Valencia, donde estudió seis años. El último curso lo realizó en el Royal Ballet de Londres gracias a una beca. Fue su salto definitivo a la arena internacional, puesto que en 2009 logró entrar a formar parte de la compañía de sus sueños, el Ballet de Sttutgart.

«Lo que me atraía era su repertorio, y especialmente las piezas creadas por John Cranko durante los años en que fue director de la compañía [el coreógrafo sudafricano falleció en un vuelo trasatlántico en 1973]. Me siento muy identificada con ellas, todavía se me ponen los pelos punta cuando las bailo , y me gustaría mucho interpretarlas para el público español». Badenes explica que «en Alemania tienen mucho talento, pero viven un poco dentro de su burbuja y fuera no se conoce bien las cosas que hacen». Otro factor –sospecha ella- es el económico . «En realidad hacemos muchas giras por Asia, Japón… pero es complicado traer producciones grandes a España y otros países europeos. Porque eso el hecho de que hayan traído 'El Quijote' aquí es tan importante. Es un riesgo, pero está siendo un éxito. La gente quiere ver ballet clásico, y aquí en Valencia se dan las condiciones perfectas . Nunca había visto el Palau de els Arts por dentro, y me parece que las instalaciones son increíbles. No me imaginaba que en mi ciudad podíamos tener algo tan precioso y con tanta proyección de futuro». También le ha causado muy buena impresión la joven y enérgica Orquesta de la Comunidad Valenciana: «Creo que nunca he escuchado 'El Quijote' tan bien , y mira que lo he bailado veces. Eso nos ayuda muchísimo».

Aunque Elisa ya interpretó este ballet en su estreno en el Teatro de la Zarzuela de Madrid en diciembre de 2015, esta noche será la primera vez que encara un espectáculo completo en Valencia. «Es una sensación rara, eso de estar en casa con tu familia y salir a trabajar ahí al lado, porque siempre que vengo es en vacaciones . Impone mucho saber que va a estar tanta gente conocida viéndote en el patio de butacas con grandes expectativas, pero al mismo tiempo no es una presión muy grande porque sé que pase lo que pase me van a apoyar».

Una vida muy intensa

Elisa interpreta el papel de Kitri, la joven Quiteria enamorada del barbero Basilio en el capítulo de «Las bodas de Camacho» escrito por Cervantes en la segunda parte de «Don Quijote de la Mancha». No es un papel fácil, puesto que este ballet –creado originalmente por el francés Marius Petipa con música de Ludwig Minkus– se considera uno de los más virtuosos del repertorio clásico. «Esta [la de José Carlos Martínez] es la tercera versión de 'El Quijote' que hago, y me gusta mucho. Hay algunas variantes, como el modo en que transcurren los actos. Por ejemplo, el último es mucho más rápido . Pero sobre todo destacaría que los personajes están muy claros y se entiende muy bien la historia. Ah, y el fandango del final me encanta. Mi personaje es muy bonito de bailar, aunque también es uno de los papeles más complicados técnicamente que existen. Hay que arriesgarse».

Confiesa que a veces la adrenalina no le deja pegar ojo , pero lo toma como uno de los gajes de su oficio, caracterizado por la intensidad en todos los planos: viajes lejos de la familia y los amigos, una ingente exigencia física, tensión sobre el escenario y jornadas maratonianas. «Los bailarines vivimos vida de bailarines, estamos en nuestro propio mundo. Hacemos mucha piña porque los sentimientos y la tensión que compartes te hace unirte mucho más que quedar a tomar un café con un amigo. Es cierto que no nos relacionamos mucho socialmente, pero a cambio conocemos a muchísima gente de otros países, lo que nos da mucha riqueza cultural y nos enseña a ser muy tolerantes».

Todavía es pronto para hablar del futuro lejano, pero Elisa Badenes no descarta volver a su país. «Ahora, cuando he empezado a trabajar con la CND, me he dado cuenta de lo que echo de menos mi tierra , pero tengo claro que ahora necesito salir y aprovechar. Incluso si hubiese nacido en un sitio con las mejores condiciones del mundo para desarrollar mi carrera como bailarina, creo que es esencial salir para ver lo que pasa fuera y absorber todo lo que te pueden enseñar».

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