Eleccciones valencianas 2019

Rubén Martínez Dalmau: «No podemos poner a un profesional de la política como Puig a liderar el Botànic»

El candidato de Podemos a la Generalitat afirma que han dado por muerto a su partido «demasiado pronto» y que su función ahora ha de ser la de «gobernar»

Rubén Martínez Dalmau, en la sede de Podemos en Valencia ROBER SOLSONA

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Rubén Martínez Dalmau aparca por una temporada las aulas de la Universidad de Valencia, donde es profesor de Derecho Constitucional, para dar el salto a la política de primera línea. Candidato de Podemos a la Generalitat, afronta su primera campaña en un momento en el que las perspectivas de los morados no parecen ir del todo a su favor. Partidario de las confluencias, admite que le gustaría haber ido con Compromís «al menos» en las elecciones generales y critica que sus socios de Gobierno hayan bloqueado grandes propuestas de su partido.

¿Cuál le gustaría que fuera su sello en este tiempo que se dedicará a la política?

El cambio, sin el cual no hay avance. Eso significa nuevas personas, nuevas ideas y partidos que sean capaces de liderarlo. Ahí es donde está Unidas Podemos.

¿Y en la gestión?

Tres cosas. En primer lugar, la relegitimación democrática con un nuevo Estatuto de Autonomía que elimine las discriminaciones según el lugar en el que se viva o que acabe con las diputaciones. En segundo lugar, las mujeres. Me sentiría muy satisfecho si consiguiéramos una igualdad real en la Comunidad Valenciana. Y, en tercer lugar, la transición verde. Tenemos que construir un territorio basado en una economía limpia.

¿Por qué pasaría eso? ¿En cuanto a igualdad por una conselleria de Feminismos y en cuanto a trancisión verde por recuperar algunas tasas y leyes que quedaron pendientes la pasada legislatura y por la puesta en marcha de alguna agencia también estancada?

La conselleria de Feminismos es una apuesta pero no la única. En cuanto a lo segundo, es importante ver que no es casualidad, por ejemplo, que tengamos enormes períodos de sequía y luego lluvias torrenciales como las de estos días. Debemos hacer un turismo sostenible, conseguir una economía circular, poner en marcha la Agencia del Cambio Climático...

¿Confían en una remontada final pese a las malas predicciones de las encuestas?

No creemos que haya malas predicciones. Son sondeos que muestran que existe un 40% de indecisos, de gente que no sabe qué va a votar hasta el último momento. Nos quedan varios debates, la gente está estudiando los programas. Nos han dado por muertos demasiado pronto.

¿Y cómo pretenden atraer a ese porcentaje de indecisos?

El hecho de que hayamos llegado a esta campaña con tanta gente así es importante analizarlo. Quiere decir que se esperan a conocer los programas y las propuestas. Ya no están votando a la marca o a la persona, sino con conciencia. Cuando entramos a debatir ideas nosotros tenemos las mejores. Por eso es tan ilusionante que las personas se impliquen y no se dejen llevar por estereotipos o campañas de márketing.

«Pablo Iglesias tuvo un papel reactivo, de encender la mecha. Pero hoy la mecha ya está prendida, la gente es la que manda»

Rubén Martínez Dalmau

Sin embargo, esa reflexión entra en contradicción con la apuesta de Podemos en anteriores elecciones por un gran personalismo de Pablo Iglesias poniendo incluso su cara en las papeletas. ¿Eso ha cambiado? ¿Creen más ahora que su venta es el programa?

Es que yo creo que Podemos nunca fue un partido particularmente personalista. Es verdad que Pablo Iglesias, en su momento, tuvo un papel importante reactivo, de inicio, de encender la mecha. Pero hoy en día la mecha ya está prendida, la gente es la que manda. Los carteles de campaña de todos los partidos son sus líderes, y en Podemos son las personas. En la Comunidad Valenciana nuestro cartel es con dos candidatos, Rosa Pérez y yo. Entendemos que la política es cada vez menos mesiánica y más democrática.

¿Cómo valora el final de legislatura para Podemos, con gente como Antonio Montiel saliendo con duras críticas, con unas listas en las que no repite casi nadie, con sus socios de PSPV y Compromís sin hacerles demasiado caso en algunas reclamaciones...?

Lo que sobra en la política valenciana es gente que continúe. Estamos cansados de ver las mismas caras y las mismas propuestas. Entiendo perfectamente que en Podemos haya personas que hayan decidido que ya hicieron un servicio y ahora quieren volver a su esfera privada. Como lo voy a hacer yo dentro de cuatro o de ocho años.

Dalmau, durante un momento de la entrevista ROBER SOLSONA

Pero sí es cierto que hay gente que se ha marchado o apartado admitiendo que el proyecto les ha defraudado.

Tenemos que entender que Montiel se presentó a unas primarias y las perdió. Es normal que crea que no le querían tanto como pensaba o que no era el proyecto en el que calzaba. Es muy legítimo. No tenemos que exagerar las cosas. Fabiola Meco o Rosana Pastor siguen con nosotros. Y hemos sumado a gente como Julià Àlvaro, que será un pilar fundamental en la transición verde. Podemos sigue siendo el proyecto para muchas personas.

¿Y sobre las propuestas en las que sus socios les han ignorado qué piensa?

Podemos ha propuesto muchas leyes en el Parlamento valenciano y Puig y Oltra han ejecutado desde el Consell sólo aquello que les interesa. Nos bloquearon quitar privilegios a los expresidentes o vaciar de competencias las diputaciones cuando se ha demostrado que han sido núcleos de corrupción. Ahora todo eso no va a pasar porque vamos a estar liderando el Consell desde dentro.

¿Piensa de verdad que pueden conseguir Compromís y ustedes que Puig no sea presidente?

Pienso que el sistema parlamentario da mucho juego democrático. Gana las elecciones quien puede gobernar. A partir del 29 de abril habrá que sentarse en una mesa sin ninguna línea roja y en ese marco tendremos que ver qué nos interesa más: que lidere el Botànic la persona más votada, que lo lidere una mujer, que lo lidere quien entra nuevo...

Hay que ser realistas y mandan los números.

También decían que los números no daban para echar a Rajoy y dieron.

¿Creen que pueden evitar en una negociación para conformar un Gobierno que lo presida quien más votos ha obtenido?

En primer lugar no creo que Puig vaya a ser el que más votos obtenga. Y en segundo lugar, cuando yo iba a séptimo de EGB él ya era político. Si queremos desbordar el Botànic debemos tener a gente con ideas nuevas, más joven, con otra forma de entender la política. Si entendemos que la política no ha de ser profesional, no podemos colocar a alguien que sea profesional de la política a liderar el Botànic. Si Puig estuviera en Unidas Podemos vería las cosas de forma diferente.

Reunieron a casi 2.000 personas en el mitin central de la pasada semana frente a las 11.000 de 2016.

Era diferente. En 2016 era És el Moment, la unión de Compromís y Podemos. En aquella época hicimos muy buena pareja. Pero el acto de la semana pasada lo cambiamos de sitio porque el aforo no daba y yo vi mucho apoyo de la gente. Estoy convencido de que fue un acto ganador e ilusionante.

¿No cree que Podemos se ha desinflado?

(Pausa). Si por desinflar es haber dejado de entender que la gente es lo importante por supuesto que no. Si es por cometer errores claro que sí.

«Hemos tenido que madurar muy rápidamente y dejar atrás algunas personas, algunas ideas que creíamos que desde las instituciones se podían hacer y luego no»

Rubén Martínez Dalmau

Me refería más a la capacidad de convocatoria, a la de movilizar, a la de ilusionar, como repiten mucho ustedes.

Realmente no creo que Podemos haya estado nunca inflado. Podemos despertó un momento de ilusión muy importante cercano a la ruptura del bipartidismo. A partir de ahí hemos tenido que madurar muy rápidamente y dejar atrás algunas personas, algunas ideas que creíamos que desde las instituciones se podían hacer y luego no. Pero también hemos conseguido reconvertir a partidos como el PSOE, que ha replanteado su discurso por Podemos y está fuerte gracias a ello. Hemos penetrado ideológicamente. Cumplimos con nuestra primera función que era romper con el bipartidismo y queda la segunda, que es ser Gobierno.

Precisamente Pablo Iglesias pidió en el mitin en Valencia «una sola oportunidad para gobernar». ¿Es la última que tienen?

Yo diría que la primera. Como dijo Pablo, hemos cometido muchos errores, pero nunca nos hemos equivocado de bando. No hemos optado por las puertas giratorias, no nos hemos dejado presionar por los lobbies bancarios o los oligopolios eléctricos. Hemos estado del lado de la gente y ahora queremos demostrar que podemos gobernar para ellos.

¿Si tienen la conselleria de Medio Ambiente tratarán de que la dirija Julià Àlvaro?

Nunca he dicho que quisiéramos esa conselleria. No nos podemos repartir los sillones antes de las elecciones, es algo muy propio de la política clásica.

Entre sus prioridades hay muchas relacionadas con el Medio Ambiente. Parecería lógico que tuvieran preferencia por ese departamento.

También hemos dicho feminismos. Aun así no estamos para repartirnos puestos. La política tienen que estar al servicio de la gente y no al revés.

¿Seguiría cuatro años de portavoz parlamentario si no entraran en el Gobiero?

Es un escenario que creo que no es posible. Si estamos teniendo unos apoyos como hasta ahora lo que queremos es entrar a desbordar el Consell.

Se lo pregunto sobre todo por usted. Ha dejado de lado el ámbito académico por un tiempo para dedicarse a la política. ¿Seguirá en ella ocurra lo que ocurra la próxima legislatura?

Yo estaré en política mientras vea que tengo capacidad para mejorar las condiciones de vida de las personas. Eso puede ser desde un día hasta dos legislaturas.

¿Le hubiera gustado una campaña de la mano de Mónica Oltra y de Compromís estas elecciones?

Considero que al menos en las generales tendríamos que haber ido juntos. Ahora mismo, viendo que Compromís ha tomado una trayectoria bastante diferenciada a lo que fueron nuestras ideas conjuntas, creo que las condiciones son diferentes. Aun así, si me lo hubieras preguntado hace un tiempo, te habría dicho que deberíamos haber ido juntos. Es más, si no se hubiesen adelantado las elecciones autonómicas tal vez podríamos haber llegado a un acuerdo.

El candidato de Podemos a la Generalitat atiende a ABC ROBER SOLSONA

Usted tiene una posición sobre Venezuela muy marcada. Dice abiertamente que es una dictadura, algo que gente de su partido no. ¿Se siente cómodo a nivel interno con su postura?

Ese pensamiento ya lo mantenía antes de entrar en política y sí que me siento cómodo internamente. Más todavía ahora, que se está demostrando que han sido las cloacas del Estado las que han fabricado los documentos que relacionaban a Podemos con Venezuela. Se ha creado una policía política por parte del Gobierno de Rajoy para perseguirnos y buscar pruebas y testigos falsos. Ha habido un complot para acabar con nosotros. Hemos sido la única opción política perseguida en la democracia por su forma de pensar. En cualquier Estado democrático el PP estaría ilegalizado por ello. Votar al PP ahora sabiendo eso es inmoral. Y el PSOE nos votó en contra la comisión de investigación sobre Villarejo. ¿A qué tienen miedo? ¿A que se vea que a lo mejor también había gente de ese partido en el complot? Pese a todo eso nos apoyaron 5,5 millones de personas.

Más allá de esta reflexión, dentro de su partido las opiniones sobre Venezuela son diversas.

Es que en Unidas Podemos hablamos de España, de la Comunidad Valenciana, de empleo, de pobreza...

¿Dónde diría usted que se ubica en la cuestión territorial?

En el reconocimiento de la plurinacionalidad española. Seríamos más fuertes fortaleciéndola. Tenemos ejemplos como Suiza.

¿Eso en qué se traduce en la práctica?

En avanzar hacia un Estado federal. Tendríamos constituciones de cada estado federado sometidas a la constitución federal manteniendo el principio de lealtad. En ese marco, el problema catalán desaparecería. Pero al nacionalismo españolista eso no le interesa. Yo no tengo ningún problema en decir que soy valenciano y español.

¿Y debería reconocer el derecho de autodeterminación?

No. Eso sería una confederación, no una federación. En una federación la soberanía reside en todo el pueblo. Por lo tanto, residiría en el pueblo español. Y lógicamente no hay ningun tipo de Estado federado con derecho de autodeterminación. Cosa diferente es que democráticamente se decidiera mediante un referéndum, pero eso no lo dice una constitución federal.

¿Y usted sería partidario de un referéndum?

Yo soy partidario de que la gente viva con quien quiere vivir. No sé si esto se tendría que hacer desde un referéndum. Tenemos que decidir quiénes queremos ser y eso implica reconocernos en nuestra diversidad.

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