POLÍTICA
Los dirigentes de Compromís piden dirimir la crisis después del 20-D
El malestar entre la militancia es elevado, especialmente en Bloc y Gent de Compromís
El r iesgo de división en la coalición Compromís es grande a día de hoy. El pacto con Podemos puede tener un rédito electoral indudable -aunque la suma de partidos nunca ofrece una adición íntegra de todas sus expectativas y siempre se pierde por el camino un 20% o un 30% de los potenciales votantes -.
Lo que también es indudable es que el pacto ha provocado una fractura interna grande en Compromís . La militancia del Bloc está decepcionada con las formas en las que se ha procedido a negociar con la formación de los círculos después de que el 75% se pronunciara en contra de un pacto tradicional, que es el que finalmente se hizo.
También Gent de Compromís ha sido «ignorada» en estas negociaciones que se han hecho entre dirigentes y dando la espalda a la militancia. Esta situación en una formación que viene de la cultura de las primarias y las decisiones asamblearias ha soliviantado a muchos y destacados dirigentes.
El eurodiputado Jordi Sebastià pidió ayer que Compromís camine hacia un proceso confluyente en el que «nadie se vuelva a sentir apartado como ha sucedido en las últimas semanas». El parlamentario ha renunciado a formar parte de la ejecutiva de la coalición para expresar su "desacuerdo" con el proceso que ha desembocado en la alianza con Podemos. Su sentir era el mismo que el del portavoz de Compromís en las Cortes, Fran Ferri, quien reconoció la crisis existente en la coalición porque «cuando hay dimisiones algo pasa».
Ferri, como resumieron otros dirigentes en la jornada de ayer , considera que hay motivos para redefinir el modelo de Compromís y evitar que se den situaciones como la vivida en la negociación del pacto con Podemos.
Es más, él está entre quienes solicitan la elaboración de un proceso de primarias para elegir a quienes deben ir en las listas de la alianza Compromís-Podemos, donde Joan Baldoví parte como favorito por Valencia para encabezar el grupo parlamentario (propio si la Mesa del Congreso lo autoriza) en la próxima legislatura.
La opinión de Ferri la comparten el secretario general del Bloc, Enric Morera, y la secretaria de organización del Bloc, Águeda Micó. Eso sí, con matices. Morera entiende que haya personas «dolidas y molestas» con el acuerdo con Podemos, aunque considera que la alianza electoral será una herramienta «útil para la expresión del valencianismo» en el Congreso.
Morera entiende que haya personas «dolidas y molestas» con el acuerdo con Podemos
Micó también entiende que no es el momento de las dimisiones y sí el de «dar la cara por un proyecto político», aunque advirtió que después del 20 de diciembre «habrá que repensar Compromís de la cabeza a los pies».
El alcalde de Valencia e integrante de Gent de Compromís -que no forman parte de ninguno de los tres partidos que se integran en Compromís- reconoció que al apurar tanto los tiempos «muchas cosas parecen improvisadas». Eso sí, puso por delante la «fuerza real» de la alianza con Podemos en las urnas.
Escaños frente a ideología. Ésta es la encrucijada en la que se halla Compromís y fundamentalmente el Bloc. Morera ha tratado de minusvalorar a quienes le plantean batalla en la ejecutiva , lo que ha soliviantado más aún a quienes se sienten estafados por el acuerdo con Podemos.
El próximo viernes - si Morera no logra pararlo entre hoy y mañana - está previsto que se pueda producir una «desbandada» de cargos en la ejecutiva del Bloc con históricos como Ricard Chuliá o el propio Jordi Sebastià al frente. Eva Sanchis, Oscar Peris y Josep Melero también meditan su adiós, como hicieron en su momento otros referentes del Bloc, en este caso en Castellón, como Enric Nomdedeu.
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