Diez pueblos con encanto para visitar en la Comunidad Valenciana
ABC propone una selección de las localidades más bellas de la región
1
Morella (Castellón)
El término de Morella, con más de 400 kilómetros cuadrados es el segundo más grande del territorio valenciano.
Situada en el extremo norte de la Comunidad Valenciana y a solo sesenta kilómetros de la costa, Morella aparece, gracias a su posición estratégica, como uno de los pueblos castellonenses con más encanto.
El paisaje y las murallas centenarias coronadas por el castillo a más de mil metros de altura configuran una silueta única. Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico, gracias al trabajo de rehabilitación municipal que ha sido reconocido por las ciudades Patrimonio de la Humanidad con el premio Patrimonio y posee la declaración de la UNESCO en el abrigo rupestre de Morella la Vella.
Además, destaca por su tradición, monumentos, gastronomía, folklore y entorno.
2
Guadalest (Alicante)
Situado en lo alto de un peñasco a 595 metros de altitud, las casas de Guadalest encajadas en la roca dominan un extenso valle enmarcado por las sierras de Xortà y Serrella en el norte y la sierra Aitana al sur.
El municipio, declarado conjunto Histórico-Artístico en 1974, está dividido en dos barrios claramente diferenciados. El barrio del Castillo, colgado en lo alto de la peña y protegido por la antigua muralla, conserva todo su sabor medieval. El del Arrabal se creó más tarde cuando la población aumentó y se vieron obligados a trasladarse a las faldas de la montaña.
Recoge nueve museos : Museo Antonio Marco, Museo Ribera Girona, Museo de Microminiaturas, Museo Macrogigante, Museo Etnológico, Museo Medieval de Instrumentos de Tortura, Museo Municipal Casa Orduña, Museo de Vehículos Históricos y el Museo de Saleros y Pimenteros.
El Castell de Guadalest posee una de las ofertas de entretenimiento más completas y por ello, junto a su cercanía a los principales destinos turísticos de la Comunidad Valenciana, figura como uno de los primeros pueblos de España en número de visitantes -más de dos millones- por habitante empadronado.
3
Anna (Valencia)
Situada en la comarca del Canal de Navarrés , a quince kilómetros de Játiva, a setenta kilómetros de la playa, Anna sorprende al visitante por el atractivo de su patrimonio paisajístico y arquitectónico.
Aunque lo que más destaca del pueblo de Anna es la naturaleza que le rodea, también ofrece un Patrimonio Arquitectónico de gran belleza, desde su Castillo-Palacio , sus edificios religiosos, pasando por su Arqueología Industrial (ruinas de antiguas fábricas y molinos movidos por las corrientes de agua) y su arquitectura popular (cucos).
La riqueza de sus parajes naturales hacen de Anna el lugar propicio para practicar senderismo. Existen cuatro rutas marcadas para disfrutar del deporte al aire libre.
4
Navajas (Castellón)
Navajas se encuentra en la comarca del Alto Palancia. Es una localidad con un pasado morisco que se refleja en sus calles y monumentos en cada rincón.
Destaca por su paraje natural único, con un entorno lleno de bosques de Pinos y manantiales. Entre las sendas más conocidas se encuentra el manantial de la Esperanza o el mirador del Paraíso.
La Ermita de la Esperanza , una torre Árabe que data del siglo XI y la Iglesia Parroquial de la Virgen de la Cruz son dos de sus mayores atractivos turísticos.
Las fiestas patronales se celebran a finales de Septiembre y en la fiesta de San Antonio Abad, se quema una hoguera en la plaza del Olmo, donde resalta un árbol centenário.
5
Altea (Alicante)
Desde la punta del Mascarat y enclavada en una bahía, Altea se hace hueco y otorga una imagen casi simbólica de la Costa Blanca . Es un municipio alicantino cercano a Calpe y l’Alfàs del Pi. Con la cúpula azul y blanca de su iglesia parroquial, el municipio se extiende por un tosal que acaba en el mismo Mediterráneo.
Las pequeñas calas y playas de aguas limpias que se suceden por su litoral hacen de Altea uno de los lugares turísticos más reclamados en Alicante.
El casco antiguo del municipio se compone de casas antiguas de fachada blanca, suelo empedrado y callejuelas escalonadas. Los miradores con vistas a la playa y los balcones llenos de geranio y jazmín forman un paisaje irresistible a la vista y perfecto para alejarse de las grandes ciudades.
6
Santa Pola (Alicante)
Santa Pola es una población costera que siempre ha tenido una fuerte vinculación con el mar en su historia. Desde los íberos con el recinto amurallado del siglo IV a. C. hasta llegar a uno de los símbolos de esta localidad: las Torres Vigía .
Además de sus reconocidas playas, donde 5 de ellas tienen bandera azul (Calas del Este, Varador, Llevant, Tamarit y Calas Santiago Bernabeu), una de sus rutas especiales es la de los miradores, que ofercen una vista diferente desde cada uno de sus puntos: los de Gran Alacant, para ver las Dunas de los Arenales del Sol y la Bahía de Alicante; el mirador del Faro, una antigua Torre Vigía; el mirador de Torre Escaletes; o el mirador que hay junto a la Torre del Tamarit, uno de los lugares más fotografiados de la Comunidad Valenciana por su distinguida belleza.
Las Salinas es otra de las peculiaridades de este pueblo. A parte de la importancia de la explotación salinera- exportan sal tanto a nivel nacional como internacional- este humedal está protegido como Parque Natural.
7
Culla (Castellón)
Culla es un municipio castellonense único donde se entremezclan una parte importante de naturaleza, paisajes en el estado más puro y salvaje, y vestigios aún latentes de épocas pasadas.
Fue declarado Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico Artístico , con sus distintos edificios rehabilitados cargados de historia, calles y callejuelas, plazas y plazoletas llenas de tradición.
Un recorrido por sus calles y monumentos consigue transportar al visitante a la Culla más medieval. Las ruinas del Castillo Árabe, el Granero del Comendador también conocido como la presó, la Iglesia Parroquial del Salvador… Un trayecto repleto de historias sobre caballeros templarios y leyendas de amores.
Entre otras actividades que ofrece, destacan excursiones por los parajes naturales, visitas al Parc Miner del Maestrat, al Centro de Interpretación Molí de l´Orde, degustaciones de gastronomía o productos locales.
8
Vilafamés (Castellón)
Vilafamés es un pueblo del interior de la provincia de Castellón. Dista 25 km de la capital. Su conjunto histórico fue declarado Bien de Interés Cultural en 2005.
Vilafamés destaca por su casco antiguo que transporta a sus orígenes árabes con calles estrechas y zigzagueantes, un castillo en la zona más elevada del pueblo y la pequeña iglesia a sus pies.
Lo que más impresiona de este pueblo es la « roca grossa », una mole de piedra que se encuentra a medida que se sube por la calle principal.
Como opción cultural, Vilafamés dispone del Museo de Arte Contemporáneo situado en el Palau del Batlle que cuenta entre sus fondos con unas quinientas obras de pintura y escultura moderna.
9
Chulilla (Valencia)
Chulilla es un municipio del interior de la Comunidad Valenciana que pertenece a la comarca de la Serranía . Se encuentra situado en la cuenca media del río Turia y a 322 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Sus angostas y empinadas calles se conservan en perfecto estado y son de estilo medieval. Su belleza paisajística y las aguas termales lo han convertido en un destino turístico de gran importancia, aunque actualmente la principal actividad económica sigue siendo la agricultura .
Las vistas de la naturaleza que ofrece este municipio constituyen un importante atractivo turístico, ya que su perfil orográfico montañoso cuenta con un gran número de ramblas y barrancosque hacen de esta zona una de las más intrincadas de la serranía ibérica.
Chulilla dispone de varios miradores desde los que se puede contemplar el Cañón del Turia (Mirador de las Cuevas), la huerta y los barrancos que bordean al municipio (Mirador de la Peñeta) o una vista panorámica de la población y su entorno (La Muela). Los puentes colgantes son el lugar perfecto para practicar senderismo.
10
Castielfabib (Valencia)
El término municipal de Castielfabib está situado en el extremo noroeste de la comarca del Rincón de Ademuz. La superficie municipal es montañosa , y comprende alturas entre 800 y 1550 metros.
Además del núcleo de población, alberga cinco aldeas más: Cuesta del Rato, Los Santos, Mas de los Mudos, Mas de Jacinto y Arroyo Cerezo.
La población se encuentra dominada por los restos de un castillo cuya cimentación se considera romana, y fue ampliado durante la dominación musulmana. Sobre el edificio destinado a Sala de Armas del Castillo, se edificó la actual Iglesia-Fortaleza (S.XIII) dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles.
Por Castielfabib encontramos hasta nueve senderos de pequeño recorrido, que pasan por los rincones más singulares del Rincón de Ademuz. Estas rutas permiten disfrutar de la riqueza de los paisajes del municipio valenciano.
Castielfabib goza de un extenso patrimonio entre el que encontramos lugares como la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Àngeles, una antigua iglesia-fortaleza; el castillo de Castielfabib o las ruinas del Convento de San Guillermo.