Un dependiente que clonaba tarjetas y luego sacaba dinero en cajeros no irá a prisión por el retraso judicial

El dependiente de una tienda de Altea (Alicante) clonaba tarjetas de crédito de los clientes cuando se las facilitaban para pagar las compras y luego sacaba dinero en los cajeros automáticos con las copias de estos dispositivos, tal como ha confesado él mismo ante el tribunal que lo ha juzgado y condenado a dos años de cárcel y una multa de 120 euros. Aunque no ingresará en prisión por las dilaciones indebidas en el proceso judicial y por haber reconocido la estafa.

En la sentencia hecha pública este miércoles se considera probado que en mayo de 2010, cuando el acusado trabajaba en una tienda propiedad de su expareja, se hizo con un aparato para duplicar tarjetas. Otro sospechoso que no ha podido ser juzgado extraía después las copias y se las facilitaba junto con sus respectivos números secretos o PIN para que pudiese operar con ellas.

El 7 de junio de ese año el estafador sacó 100 euros en un cajero automático, después de intentarlo sin éxito en otros de distintos bancos de Benidorm.

El juicio se ha celebrado el pasado día 11 y se ha saldado con un acuerdo entre la fiscalía y la defensa por el que el encausado ha aceptado dos años cárcel y una multa de 120 euros tras declararse culpable de falsificación de tarjetas y estafa.

El procesado se ha visto beneficiado por las atenuantes de dilaciones indebidas y confesión de los hechos, y no tendrá que ingresar en prisión al decretarse la suspensión de la condena.