Guillem Bertomeu - LLETRAFERIT
El dedo oficialista ya no sirve en política
«El político que está toda la vida cambiando de cargo público ya ni motiva ni ilusiona a nadie»
La política está cambiando y las formas de proceder de los grandes partidos, esos que deciden desde dentro de un despacho en una sede, muchas veces van a una velocidad menor, o no se atreven a ser valientes.
El Partido Popular impuso a una serie de cabezas de cartel en las autonómicas y municipales de 2015 donde al final el resultado de las urnas fue un fuerte correctivo. El oficialismo socialista con González, Guerra, Rubalcaba, Zapatero y el grupo Prisa a la cabeza, han querido aupar a la que parecía la “lideresa”, ungida por la vieja guardia, la presidenta de Andalucía, enseña del socialismo clásico, el de la Expo del 92, el no nacionalista, si no el del discurso centralista con aires del sur… y al final de tal imposición, las bases le han dicho que no. La realidad está por encima del “aparato” de partido y del colega de los medios.
Esa misma situación, de revuelta de las bases, le está sucediendo a los nuevos partidos, tanto Ciudadanos como a Podemos, que se están desinflando al poco más de dos años de existencia. Donde sus “Vistalegres” particulares ya han evidenciado fracturas internas , goteo de bajas de cargos públicos, y una desmotivación de las bases que ni siquiera fueron capaces de llenar las gradas de los pabellones donde se debatía el futuro del partido, donde sus movilizaciones callejeras ya no llenan ni calles ni plazas y donde han superado por los pelos el mínimo establecido por la organización para poder elegir secretario general de la formación morada en la Comunitat.
Tanto Ximo Puig como Sandra Gómez , portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, no deben haber pasado una buena noche tras la victoria arrolladora del “Sanchismo” en tierras valencianas , consiguiendo cerca del 65% de apoyos. Puig y Gómez “se mojaron” poniendo sus caras como el apoyo más oficialista al “Susanismo” en Valencia y se ha evidenciado que ninguno de los dos controla a las bases de su propio partido , debilitando, todavía más si cabe, sus liderazgos tanto en la capital del Túria como en la propia Comunitat.
Por otra parte, pero esta vez desde la dirección de dos diarios valencianos, han escrito editoriales sobre la búsqueda de “un mirlo blanco” para los populares de cara a las elecciones municipales de Valencia Ciudad de 2019. El tiempo marca las pautas, y primero estarán los congresos locales, y después habrá que armar un proyecto para la ciudad ¿O es que sólo se gana con una cara bonita o conocida?
Eso del candidato “impuesto” va a pasar a mejor vida, y lo sucedido en el PSOE es un claro ejemplo. hay que conectar con las bases y transmitir novedad. El político que está toda la vida cambiando de cargo público ya ni motiva ni ilusiona a nadie. La sociedad está cansada de más de lo mismo, de los políticos “selfie”, de esos de más de treinta años acumulando cargos en la administración sin ningún otro oficio ni beneficio, y de los que se cambian de partido para seguir en el pesebre……Parece que los “aparatos” no se quieren dar cuenta y algunas editoriales tampoco.