Balance de 2019
La DANA, Trump, Putin y Sudáfrica hunden un 28% la agricultura alicantina
La campaña citrícola ha sido la peor en 15 años y ASAJA reclama a las administraciones las ayudas prometidas, «la gran mentira»
Las inundaciones en la Vega Baja por la DANA han arruinado en gran medida el año para los agricultores, pero no ha sido el único enemigo del sector en 2019 , con un desplome global del 28% del volumen de negocio, según el balance de Jóvenes Agricultores ASAJA -Alicante. También han influido en su contra los aranceles impuestos por Donald Trump en Estados Unidos, el veto ruso ordenado por el Gobierno de Vladimir Putin y los acuerdos comerciales con Sudáfrica y Egipto, principalmente.
El presidente de esta organización, Eladio Aniorte , ha reclamado las ayudas prometidas por las administraciones para ayudar a los afectados por la gota fría, que tres meses después siguen sin llegar ni siquiera están aseguradas para más del 90% de los agricultores, porque no tenían contratado seguro y el Gobierno central los ha dejado fuera de esta financiación de emergencia.
Asimismo, el secretario técnico, Ramón Espinosa, ha indicado que siguen evaluando si hubo «relación causa-efecto entre la falta de mantenimiento del cauce del Segura y las pérdidas» que causó la catástrofe. Y ha lamentado que dirigentes políticos «anunciaron millones de euros, la gran mentira» a la vista de lo que ha ocurrido después.
En cuanto a los cítricos, con «la peor campaña en 15 años», según José Vicente Andreu , presidente de ASAJA Orihuela , los bajos precios por la competencia en otros países en el mercado europeo ha provocado la situación paradójica y dramática de que se han quedado frutos en los árboles sin recolectar por falta de rentabilidad mientras las tiendas se llenan con mercancía de Suráfrica y Egipto.
Caída de 183 millones de euros
Tres fenómenos importantes han motivado el descalabro del valor económico agrario en la provincia, que ha pasado de 654 millones de euros a casi 471 millones de euros.
Los tres cultivos que arrastran a este descenso son: cítricos, hortalizas y, dentro del viñedo, la uva de mesa . Precisamente, los que mayor valor tienen en el mercado. Además, cítricos (49.9%) y hortalizas (22,7%) copan la producción vegetal de la provincia. Y es que, cuando la campaña citrícola va mal, es muy difícil que las gráficas arrojen números positivos, ya que este cultivo representa más del 45% de la renta agraria en Alicante, según las mismas fuentes.
La superficie cultivada citrícola aumentó en un 3,2%, pasando de 31.712 hectáreas en 2018 a 32.731 hectáreas en 2019, como consecuencia del tirón en el precio del limón en los últimos años, lo que ha animado las nuevas plantaciones en la comarca de la Vega Baja. Sin embargo, el incremento de producción, de un 36,5% más en 2019 (796.348 toneladas), unido a la entrada masiva de cítricos comentada, provocaron un descenso en el valor económico total de los mismos del 16,5%, pasando su valor de 214.553.784 euros en 2018 a 179.081.053 euros en 2019.
En segundo lugar, incide directamente en los malos datos económicos que las hortalizas fueran el cultivo más afectado por la DANA y, principalmente, por las múltiples roturas del Segura. De las 6.000 hectáreas plantadas en la Vega Baja quedaron destruidas 5.000. Se perdieron algunas de las hortalizas más valiosas, como la alcachofa, boniatos o calabazas , con unas pérdidas de 138 millones de euros.
La uva de mesa es el tercer vértice del «fatídico triángulo agrario que determina que el 2019 haya sido uno de los peores de las últimas dos décadas». En viñedo, a pesar de que mantiene la superficie cultivada y aumenta la producción en un 7,3%, desciende acusadamente en valor económico, pasando de 73.072.982 euros en 2018, a 47.326.438 euros en 2019 (-35,2%), motivado, sobre todo, por los ruinosos precios de la uva de mesa embolsada del Vinalopó durante la presente campaña, que en la mayoría de sus las variedades ha terminado saliendo del campo muy por debajo de los costes de producción.
En el resto de los cultivos la tendencia de las cifras económicas tampoco resultan favorables.
Apicultores arruinados
El caso de los apicultores de la Vega Baja y el Camp d'Elx resulta especialmente acuciante tras el desastre de las lluvias, ya que «se han visto sacudidos por un duro golpe, pese a tener sus explotaciones aseguradas y haber perdido, en muchos casos, el total de sus colmenas y, en algunos, su forma de vida como consecuencia de la DANA de septiembre», según ASAJA.
Se da la paradoja de que, el Real Decreto-ley 11/2019, de 20 de septiembre, por el que se adoptan medidas urgentes para paliar los daños causados por temporales y otras situaciones catastróficas, solo contempla en las ayudas a aquellos damnificados con seguro agrario contratado con el Sistema Nacional de Seguros Agrarios (AGROSEGURO).
La singularidad del sector es que estos productores se ven obligados a tener contratados seguros de responsabilidad civil y multirriesgo de explotación con aseguradoras privadas , ya que la póliza de seguro agrario estatal es incompleta y escasa y no cubre todas las necesidades de la actividad apícola como, por ejemplo, el robo, el transporte y la responsabilidad civil, que entre otras cosas, es obligatoria para solicitar ciertas ayudas básicas para el sector.
Ahora, 18 de estos apicultores se encuentran con la incongruencia en la que se escuda su compañía (Helvetia Seguros) para no pagarles los daños, que alega que sus daños son consorciables y, por tanto, no son indemnizables por esta misma compañía.