Cristina Seguí - EL CSEGUÍ
Cuéntaselo a Albert
«La valenciana es una sociedad orgullosa y mayoritaria arrinconada por el nacionalismo catalán»
![Albert Rivera, durante la última reunión de la Ejecutiva nacional de de Ciudadanos](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2016/03/14/ejecutivacs--620x349.jpg)
«Valencia está viviendo el mismo proceso de i ngeniería social que sufrió Cataluña en los años ochenta . Desde la base, a través de los colegios reivindicando un proceso de inmersión lingüística en catalán. Por arriba, estableciéndose en todas las instituciones públicas, especialmente las de carácter cultural…»
Así comenzaba en estas mismas páginas el alto versado de Fernando Giner , concejal y portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, a la ofensiva nacionalista en la Comunidad Valenciana . Giner ofrecía en su artículo un esbozo real sobre una sociedad orgullosa y mayoritaria arrinconada por el nacionalismo catalán. Una sociedad valenciana que esquiva como puede a un bando invasivo, ruidoso, minoritario y subsidiado en las más altas instancias de la administración, la cultura y la educación para cumplir las expectativas de un proceso de ingeniería social puesto en marcha desde la sede del chantaje sita en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona.
Así que sumaré mi alto al tuyo, Fernando. Sin condiciones y desde fuera de la sala de la ejecutiva ciudadana . Mirando hacia ella desde fuera para intentar arrojar algo de luz a través de la ventana de una sociedad civil que lleva décadas señalando a los culpables de esta situación. Y que lo hace desde el asfalto de las manifestaciones, desde su orgullo, exigiendo respeto y libertad, y desde su desafío al aislamiento totalitario del actual gobierno tripartito. Imagino que se debe a mi evidente torpeza con la corrección que exige el consenso, Fernando, pero tu artículo no señala a los responsables, y yo no tengo duda de que, sin ellos, tu educado alto al nacionalismo nunca será una maza que lo devaste. Esa falta de corrección es una condición sine qua non para lograr ser libres y, por ello, la dejaré a un lado.
Yo señalo a Ximo Puig , actual Presidente de la Generalitat Valenciana gracias al apoyo de Compromís, y benefactor institucional de la acrónima Omnium Cultural en Valencia, ACPV, consulado urbanita de los Països Catalans y engendro secesionista que disfruta de los favores del protectorado socialista, así como de un millón de euros al año desde el despacho de Puigdemont , antes el de Artur Mas , con el objetivo de «normalizar» a nuestra sociedad, como si quienes la integramos fuéramos los monos de una maldita película de Tim Burton.
La normalización cultural que propugna es el filón clientelar del nacionalismo catalán y cumple a la perfección con el argot nacionalista, ya que suaviza candorosamente la aspereza de la palabra «usurpación», adecuándola para todo el universo de posibilidad clientelar que ante ella se extiende. Puig y el pancatalanista PSPV saben desde tiempos inmemoriales que su único sostén en las instituciones, además de CC.OO. y UGT , proviene de su benevolencia con las SL valencianas implantadas por la Generalitat de Cataluña y que en justiprecio estas merecen los cargos en la administración, educación y feudos pancatalanistas. Si no fuera el caso, además de retirarles Puig su protección, el propio despacho de Puigdemont cesaría las onerosas subvenciones al hermano de Ximo Puig, Francisco Javier Puig, las cuales ascienden a más de doscientos mil euros hasta la fecha. Por favor, Fernando, cuéntaselo a Albert en la próxima ejecutiva de Ciudadanos .
Señalo a Vicent Marzá , actual Consejero de Educación nacionalista y militante de Compromís cuya adhesión al referéndum independentista ha sido una oda legitimadora en su curriculum vitae. En efecto, Marzá ha puesto en marcha el mismo proceso de inmersión lingüística catalana por petición explicita de Mónica Oltra , prima donna del nacionalismo en el gobierno de Puig, presidenta de facto en el escaño contiguo al del líder socialista en las Cortes Valencianas, y quien firma la nómina pública de este militante del plantel hard core catalanista. Marzá ve ahora como su romántica tarea de pacificación y adoctrinamiento podría ser facilitada por el actual pacto entre Ciudadanos y PSOE que, de progresar, deja las horas lectivas de las lenguas cooficiales al arbitrio de éste y otros gobiernos nacionalistas. Por favor, Fernando, cuéntaselo a Albert.
Señalo a Eliseu Climent , Presidente de la ya mencionada ACPV, testaferro de Jordi Pujol y Artur Mas en la Comunidad Valenciana, además de su observador en las negociaciones de conformación del gobierno tripartito valenciano en las pasadas elecciones municipales y autonómicas de 2015. Climent forma parte de esa selecta minoría de falsos intelectuales, artistas y reformadores vanguardistas exportados de Cataluña que, por su privilegiada posición e influencia en la administración, no teme al aislamiento del sectarismo nacionalista porque se lucra engordándolo, ni teme a una sociedad que lo rechaza, porque desde la calle y a los pies de la actual jerarquía política, la plebe no le alcanza.
Señalo a la AVL . De titularidad pujolista, es la otra gran matriz del tribalismo nacionalista que pactó el Partido Popular hace ya veinte años, y que, a día de hoy, sostiene a veintiún catalanistas elegidos a dedo desde Cataluña a razón de seis mil euros al mes por académico extorsionador de una sociedad valenciana que les sigue financiando desde la más absoluta coacción y desconocimiento para empujar hasta el limbo su propia lengua, cultura y orgullo materno.
Fernando, te doy las gracias por tu artículo. Conozco tus buenas intenciones. No obstante, te pido que le muestres a Albert cuál es el PSOE con el que se alía . Te pido que le recuerdes que además de exigir a Sánchez la expulsión de corruptos de las listas socialistas, le obligue también a dejar de incluirnos en su trueque con independentistas. Pídele que exija a su socio socialista el cierre de las matrices nacionalistas que sin nombre y apellidos denuncias en tu artículo. Soy consciente de que la capacidad para fraguar consensos es una cualidad ineludible para un político, y que carezco de ella, pero francamente, sólo me interesa poner fin a lo que ambos denunciamos. Y, por todo ello, te lo vuelvo a pedir: señala a los culpables y cuéntaselo a Albert .
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