Pandemia

Coronavirus: una valenciana de 16 años se convierte en la paciente más joven de Europa con el tratamiento más extremo

La enferma de Covid-19 recibió la técnica ECMO, un sistema de oxigenación extracorporea que da soporte al corazón y a los pulmones cuando estos órganos no funcionan

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Imagen de una profesional sanitaria protegida contra el coronavirus en un hospital JUAN CARLOS SOLER

ABC

Una chica valenciana de 16 años que sufrió una neumonía muy grave por coronavirus se ha convertido en la paciente más joven de Europa en recibir a consecuencia del Covid-19 la técnica ECMO , un sistema de oxigenación extracorporea que da soporte al corazón y a los pulmones cuando estos órganos no funcionan.

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Así lo ha explicado el jefe clínico del servicio de Medicina Intensiva del Hospital La Fe de Valencia y coordinador del grupo ECMO de Intensivos del centro hospitalario, Ricardo Gimeno, quien ha señalado que la joven fue dada de alta el pasado 8 de abril y en pocos días podrá retomar su vida normal.

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Aunque el coronavirus suele afectar de forma más grave a gente de mayor edad, especialmente de la franja entre 60 y 80 años, también hay jóvenes que sufren las consecuencias del Covid-19 y en el caso de esta chica «tuvo una afectación muy grave» y «tuvimos que llegar al último escalón, la ECMO ».

Según el doctor Gimeno, en la mayoría de casos de neumonía por COVID-19 no es necesario llegar a aplicar esta técnica porque los pacientes, o bien no tienen indicaciones para ello o porque están respondiendo bien a la ventilación mecánica convencional junto con otras acciones como los cambios de postura a lo largo del día.

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Sin embargo, ha añadido, hay un porcentaje pequeño de paciente que tienen que llegar a la terapia del ECMO , y esta chica fue una de ellas porque sufría «una de las neumonías más graves que he visto, a nivel de radiografía torácica y de comportamiento».

Según ha explicado, la joven, que ingresó con síntomas de COVID-19 en el Hospital La Ribera de Alzira, es una chica «con una vida normal , músico y sin más antecedentes que un poco de sobrepeso, pero sin llegar a obesidad» pero sufría «una neumonía muy grave».

«Ingresó el 13 de marzo con la clínica típica del coronarivus y el 20 de marzo la llevaron a UCI porque había empeorado su situación y tuvieron que aplicarle ventilación mecánica. Cuatro días después nos avisaron porque no estaba mejorando y reunía los criterios para ser sometida a la terapia ECMO», ha indicado.

Según Ricardo Gimeno, los criterios de aplicación de esta técnica deben ser «muy claros» porque aunque es muy beneficiosa también tiene «unos inconvenientes. Hay siempre que valorar el riesgo-beneficio para el paciente y esta chica los cumplía».

El día 24 de marzo, un equipo de ECMO móvil formado por médicos de Intensivos y Cirugía Cardiaca se desplazó hasta el hospital de la Ribera, en colaboración con el SAMU, y tras implantar la técnica a la joven, la trasladaron al Hospital la Fe, donde siete días después ya le pudieron retirar el soporte y el pasado 8 de abril pudo irse a su casa libre de COVID-19.

Según Ricardo Gimeno, durante la crisis sanitaria del coronavirus «afortunadamente» no están utilizando mucho esta técnica en afectados por la COVID-19, aunque en años anteriores si que han tenido que hacer bastante uso de ella a consecuencia de la gripe A. «En una ocasión tuvimos puestos once dispositivos a la vez ».

Gimeno ha explicado que la ECMO es el «último recurso» cuando con la ventilación convencional u otras terapias la oxigenación de la sangre es insuficiente.

A través de unas cánulas se saca la sangre del cuerpo y , tras pasarla por un oxigenador extracorporeo ECMO, se vuelve a introducir en el cuerpo, asumiendo así la carencia que tienen los pulmones en oxigenar la sangre.

«Es como un corazón y unos pulmones artificiales» , señala Gimeno para añadir que a consecuencia de la COVID-19 también se ha visto alguna afectación en el corazón.

Destaca que con esta terapia se está consiguiendo una supervivencia superior al 70 por ciento en algunos casos. «No solo ganamos en supervivencia, sino en calidad de vida y los pacientes, a los pocos meses, pueden hacer una vida normal», asegura.

La Fe empezó a usar la ECMO en diciembre de 2006 como soporte cardiaco, en 2008 también como terapia respiratoria y en 2010 se puso en marcha el programa de transporte interhospitalario para que todos los hospitales de la comunidad pudieran activarnos si algún paciente lo precisa y cumplir el principio de igualdad.

La ECMO es una terapia compleja que precisa del apoyo de prácticamente todos los servicios de un hospital de tercer nivel.

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