Pandemia

Coronavirus: «Solo quiero hablar con mi madre», la angustia tras 26 muertes en una residencia de Alcoy

Algunos allegados se quejan de la falta de comunicación con sus parientes aislados para frenar el brote

Últimas noticias del coronavirus en la Comunidad Valenciana

Exterior de la residencia de mayores DomusVi de Alcoy EFE

J. L. Fernández

El drama en la residencia de mayores DomusVi de Alcoy (Alicante), donde han fallecido 26 personas por el coronavirus , se agudiza y extiende no solo a las familias que han perdido a un ser querido, ya que también entre el resto se viven con angustia estos días de incertidumbre.

«Vamos a ver si podemos hacer algo para ayudar a las personas que están pasando por esta situación: solo quiero hablar con mi madre ». Es el alegato «impotente» de una hija en redes sociales, con un epígrafe igual de emotivo: «Alzo la voz para suplicar».

Tras quejarse porque se encuentra con un contestador que da un número gratuito para llamar y dejar un mensaje, y después de declarar su «empatía con los empleados del centro», a quienes dedica su aplauso cada tarde, esta mujer confiesa su incomprensión.

[Coronavirus: «A los sanitarios nos están llevando al matadero, caemos como moscas»]

«No entiendo, ni yo, ni nadie, incluso cualquier persona que trabaje en el ámbito sanitario, entiende porqué no puedo hablar con mi madre, para que escuche a su nieta y deje de llorar porque no vamos a verla», relata.

Tampoco puede explicarse a su hija que el abuelo «que iba todos los días a verla» ahora ya no puede visitarla, ni tampoco porqué su tía no puede ir a recogerla para llevársela a comer a casa, «para decirle que la queremos todos y que no queremos que esté triste».

Uno de los accesos al centro asistencial EFE

Entre las decenas de comentarios que ha suscitado este testimonio, uno asegura que sí se realizan llamadas y videollamadas con este centro de servicios para mayores.

«Desconocimiento»

Otra mujer que aporta su experiencia con idéntica queja por la falta de comunicación es Nuria, para quien esta situación «da mucho que pensar». Aunque en su caso, su hermana consiguió hablar con su madre, «la escuchó bien y eso es tranquilizador». Ese único contacto telefónico fue intenso: «Mi padre apenas pudo hablar con ella de la emoción, porque arrancó a llorar, cosa que me partió el alma».

No obstante, describe que los familiares de los residentes siguen «sumergidos en el desconocimiento» y van a tener «paciencia» para ver si pronto «se abre la veda de las llamadas», aunque sin dejar de « luchar » porque sean «un servicio más».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación