Reportaje
Coronavirus: héroes que velan para no dejar a nadie en la estacada en tiempos de pandemia
Cruz Roja adapta su estructura en Valencia para seguir asistiendo a personas vulnerables
En directo | Última hora del coronavirus y el estado de alarma en la Comunidad Valenciana
Cae la noche en Valencia y bajo las luces todavía encendidas de unas Fallas suspendidas por el coronavirus, los voluntarios y voluntarias de Cruz Roja regresan a sus casas tras una jornada intensa. No son las ocho de la tarde, pero su vestimenta los delata y los vecinos de un barrio de la ciudad -que han sido testigos de un esfuerzo titánico- no dudan en arrancar en aplausos desde sus balcones . Es la otra cara de esta pandemia que también ha obligado a adaptar la asistencia a personas vulnerables y que nos recuerda que no todos pueden permitirse el lujo de llenar el carro del supermercado hasta los topes en tiempos difíciles.
En la capital del Turia, el despliegue arranca a primera hora de la mañana con la entrega de productos de primera necesidad a familias que se encuentran en asentamientos -casas abandonadas alejadas de los núcleos urbanos- o gente que sobrevive en las calles que hoy están desiertas. El objetivo es acercar diariamente kits de alimentación a 309 personas y esa distribución se complementa con ropa de abrigo -mantas o sacos de dormir- y material de higiene cada quince días.
El despliegue es tan necesario como complejo y se intercala con las urgencias que han de atenderse cada jornada. A partir de las cuatro de la tarde se moviliza a un equipo de más de veinte voluntarios -con elementos de protección- para ofrecer la ayuda básica de alimentación -financiada por el Ayuntamiento- a los usuarios de Servicios Sociales: personas que por motivos de salud y extrema vulnerabilidad no disponen de los recursos económicos para adquirir productos básicos.
Trescientos «picnics» individuales para 105 familias de Valencia. Una tarea que se empezó a realizar puerta por puerta , pero que ahora se mantiene en puntos concretos por barrios para acelerar la logística. Son las claves de un dispositivo especial que se puso en marcha el 18 de marzo en colaboración con el Ayuntamiento y la Policía Local y que es solo la punta del iceberg del trabajo de los alrededor de nueve mil voluntarios activos de Cruz Roja en la Comunidad Valenciana.
Objetivo: 56.000 llamadas
La organización ha hecho un llamamiento a la colaboración de los más de 24.000 censados en sus bases que ya va dando sus frutos. Toda ayuda es bienvenida para el reto que se han puesto por delante: realizar un seguimiento telefónico para informar, ayudar y detectar las necesidades de más de 56.000 personas identificadas como especialmente vulnerables ante el coronavirus -ancianas con un mayor grado de soledad, enfermas o con discapacidad-.
No es fácil asumir el reto y compaginarlo, por ejemplo, con la atención habitual en sus sedes, los transportes, la teleasistencia a más de treinta mil valencianos, la distribución de metadona, las guardias en Salvamento Marítimo o las clases de castellano para personas migrantes que siguen telemáticamente. Pero en Cruz Roja lo tienen claro. Abandonar no es una opción y ahora solo queda capear el temporal como se pueda para que nadie se quede en la estacada.