Salud
Coronavirus: el Gobierno valenciano contratará a 846 sanitarios y amplía las camas hospitalarias
El Consell establecerá una línea de crédito para talleres, artistas y comisiones afectados por la suspensión de las Fallas; asumirá el 50% del desmontaje, traslado y almacenamiento de los monumentos
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El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha comparecido este jueves en las Cortes Valencianas durante un pleno extraordinario por la crisis del coronavirus . Con los datos actualizados, ya hay 92 personas con resultado positivo en la Comunidad Valenciana . De ellas, 22 hospitalizadas, 40 en casa y 30 son personas mayores de una residencia. Además, 130 profesionales se encuentran en aislamiento preventivo y se han realizado hasta el momento 1.852 pruebas con resultado negativo.
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El jefe del Consell ha lanzado una batería de medidas políticas y económicas para hacer frente a la situación: incorporarán a 846 profesionales sanitarios de todos los ámbitos y categorías para reforzar las necesidades asistenciales; ampliarán las camas hospitalarias; suspenden las prácticas formativas del alumnado que cursa grados en Ciencias de la Salud; y prohíben los viajes de ocio o culturales organizados por centros educativos, asociaciones o entidades culturales dentro o fuera de la Comunidad Valenciana.
El Gobierno valenciano también ha suspendido las libranzas y vacaciones del personal sanitario para asegurar su disponibilidad en caso de necesidad; ha duplicado el número de personas destinadas a atender el teléfono de consulta sobre el coronavirus (900 300 555); ha cancelado la participación del personal sanitario en los congresos, seminarios o cursos; ha anulado los programas de intercambio de profesorado en todos los niveles educativos; y ha cerrado los Centros Especializados de Atención a Mayores, clubes sociales de jubilados, hogares del pensionista o similares.
A nivel económico, Puig ha indicado que aprobarán las modificaciones normativas necesarias respecto al Fondo de Cooperación Municipal con el objetivo de que se destinen a financiar inversiones con el objetivo de reactivar los sectores productivos valencianos. Igualmente, solicitarán al Gobierno central que modifique la normativa que limita el uso de los remanentes de los ayuntamientos a inversiones sostenibles.
Tras la suspensión de las Fallas , la Generalitat establecerá una línea específica de crédito para los talleres de los artistas falleros y las comisiones falleras especialmente afectadas por el aplazamiento de las fiestas. En este sentido, se harán cargo del 50% del coste del desmontaje y traslado de los monumentos falleros, así como de su almacenamiento en instalaciones públicas.
«Estamos preparados para afrontar cualquier escenario. Los planes de contingencia están funcionando. Toda la estructura sanitaria está alineada en el plan de acción. La Comunidad Valenciana está todavía en una fase de contención y los protocolos están dando resultado», ha afirmado el jefe del Consell durante su comparecencia.
Informe del Ministerio
Así, ha hecho especial hincapié en la suspensión de las Fallas, desvelando parte del informe del Ministerio de Sanidad que fue remitido el pasado martes y pedía tomar esta medida: «Basado en un principio de precaución y de priorización de medidas de salud pública ante un escenario que plantea incertidumbres en el momento actual, por parte del Ministerio de Sanidad se propone la suspensión de la celebración de las Fallas en la Comunidad Valenciana y las Fiestas de la Magdalena en Castelló.
Las Fallas de la Comunidad Valenciana 2020 y las Fiestas de la Magdalena 2020 se estima que reúnan un gran número de personas de otras comunidades autónomas y de otros países, entre los que se encuentran algunos con transmisión comunitaria sostenida (estimaciones de más de 250.000 visitantes).
La transmisión en este tipo de eventos puede afectar potencialmente a gran número de personas. Esto puede resultar en una aceleración del desarrollo de la epidemia y contribuir a su dispersión geográfica. Las medidas de distanciamiento social buscan evitar estas situaciones y minimizar el impacto de la epidemia tanto en las áreas donde tienen lugar como en las zonas de las que proceden los asistentes».
En opinión de Puig, «a nadie sorprende la tristeza de esta decisión», pero no tenían «alternativa». «No podemos especular con la salud pública. Estamos obligados a minimizar el riesgo de contagio y no podemos desafiar los criterios técnicos», ha señalado, incidiendo en que han tomado la determinación «cuando los expertos nos dijeron, ni antes ni después», en referencia a las críticas sobre que se debería haber producido antes.
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