Toni Subiela - Tribuna
Consenso, esa palabra tan extraña
«La reapertura de RTVV es un auténtico desastre porque la izquierda valenciana no sabe hacer las cosas con rigor»
Hace tiempo que está vigente la controversia entre vieja y nueva política. Mientras unos queremos cambiar ciertas costumbres políticas que consideramos inadecuadas -por decirlo de una manera suave-, otros, los que llevan años y años en esto, rechazan con visible irritación lo que consideran propuestas absurdas fruto de nuestra inexperiencia.
No son extraños los desdenes y menosprecios que nos dedican aquellos que llevan décadas gestionando y viviendo de lo público, y que no se creen responsables del nivel de degradación al que ha llegado la política española, y más concretamente la valenciana. La autocrítica no es una de sus virtudes, como tampoco es la honestidad.
Todos hablamos de transparencia, de participación… y de consenso. Sí, todos utilizamos esta extraña palabra: consenso. Y digo extraña, porque por mucho que la utilicemos, apenas unos pocos sabemos lo que significa o, al menos, la utilizamos con intención de aplicarla. Y, desde luego, los integrantes de esa vieja política no tienen el propósito de animarse a cambiar.
De todos es sabido que el tripartito gobernante tiene el empeño de reabrir RTVV cuanto antes y en ello está desde el pasado diciembre. Y ya tenemos una nueva ley que dará forma y legitimidad a esos nuevos medios de comunicación públicos valencianos. Ley aprobada con un amplio apoyo parlamentario y llena de sistemas de control. Todos parecía que estuviéramos de acuerdo en evitar que nuevas mayorías absolutas nos llevaran a otro Canal 9 como el que se cerró, guarida de amigachos y agujero negro de nuestros impuestos (uno más de tantos agujeros que había). Pero como muy bien han leído, parecía, pero solo parecía que todos estuviéramos de acuerdo en la necesidad de amplias mayorías, de consensos, para cumplir con los que nos reclama la sociedad: una nueva forma de hacer política transparente, honesta y eficiente. Pero no ha sido así.
A la hora de ponerla en práctica, no tardaron en aparecer los problemas, porque partidos como el PSPV siguen empeñados en la política del reparto de sillones, del pago de favores, del chantaje, de la manipulación y, sobre todo, del postureo frente al ciudadano, al que le vende una cosa, mientras hace otra.
El proceso de reapertura de RTVV es un auténtico desastre porque la izquierda valenciana no sabe hacer las cosas con rigor, diálogo y seriedad. Si queremos un cambio en la política valenciana tendrán que cambiar los nombres de quienes llevan tantos años pervirtiéndola. El tripartito valenciano, a este paso, y con los nombres que lo dirigen, puede que lleguen a hacer buenos los gobiernos anteriores del Partido Popular . Imagínense lo que puede ser.
Toni Subiela es diputado de Ciudadanos en las Cortes Valencianas