Política
El Consell prepara un acto en Madrid para desmontar los tópicos del «Levante feliz»
La Generalitat pretende visualizar la infrafinanciación y la baja renta per cápita de los valencianos

El «Levante feliz» no existe y no es más que un cliché instalado en el imaginario popular de los españoles. Esa es la tesis de la que parte la Generalitat, que quiere organizar un acto con la sociedad civil en Madrid para explicar a la opinión pública la situación de la Comunidad Valenciana «desde el rigor, no desde la demagogia», para así «intentar romper viejos tópicos». Sí, el pueblo valenciano es «dinámico, tiene creatividad y alegría», pero el «Levante feliz como tal no existe cuando hay más del 30 por ciento de la población que tiene problemas gravísimos de exclusión».
Así lo ha anunciado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig , en una entrevista concedida a la agencia Europa Press, en la que ha avanzado que la idea es hacerlo antes del 9 d'Octubre, Día de la Comunidad Valenciana , aunque la fecha «dependerá también de las circunstancias políticas de España». En cualquier caso, la idea es que en el próximo trimestre tenga lugar ese acto en la capital de España, que no va a tener un carácter político, sino que busca plantear a nivel nacional la situación que atraviesa la Comunidad con la infrafinanciación e infrainversión estatal.
A juicio de Puig, fuera de la región no ha calado la idea de que la renta per cápita autonómica está un 12 por ciento por debajo de la media estatal, quizá porque en la Comunidad «se vive muy bien y hay un entorno muy favorable para un ecosistema económico y social» que, no obstante, hay que potenciar con inversión y financiación. Al respecto, ha insistido en que la financiación debe cambiar «sí o sí» porque «hay cinco millones de españoles que están francamente discriminados» y «la situación es absolutamente insostenible».
Por este motivo, Puig defiende que este año vuelvan a incluirse 1.300 millones de ingresos ficticios en los Presupuestos de la Generalitat, para poder cuadrar las cuentas. Es «una voluntad de transparentar la realidad» para igualarse a la financiación per cápita estatal hasta que se apruebe un nuevo sistema de financiación. El problema, como bien saben Puig y su conseller de Hacienda, Vicent Soler , es que esos 1.300 millones no llegarán, como no han llegado este año, lo que tensiona la tesorería del Consell porque con ese dinero inventado hay que pagar facturas .
A Puig le encantaría que el tema de la financiación estuviera «encima de la mesa» en las negociaciones entre PP y Ciudadanos pra conformar un Gobierno, y también que esté presente en el debate de investidura, como le pedirá al líder socialista, Pedro Sánchez . «Me gustaría que el presidente en funciones y candidato lo plantee en su discurso, sería positivo, es una línea que debe huir del cortoplacismo y del partidismo, se trata de garantizar servicios públicos y la viabilidad del sistema autonómico».
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