Valencia

Confiesa que dio una paliza a su pareja, la violó y le pidió que mintiera a los médicos

El agresor golpeó tanto a su víctima que ella se durmió y luego la obligó a grabar un audio diciendo que se había caído en la bañera

La Ciudad de la Justicia en Valencia ABC

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Un hombre ha reconocido este lunes ante un tribunal en Valencia que propinó una fuerte paliza a la que era su pareja, la forzó a mantener relaciones sexuales y luego le pidió que no contara que él le había pegado a los médicos, cuando ella le suplicó ir al hospital por los dolores que sufría por todo el cuerpo.

El agresor accedió a que ella buscara asistencia con la condición de que le dijera a los sanitarios que las heridas se las había producido por una caída casual en la bañera y que le asegurara que no le iba a denunciar.

Así lo ha admitido el procesado este lunes en el juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia, en el que ha confirmado todos los hechos descritos en el acusación de Fiscalía, que pide provisionalmente para él 17 años de prisión y 20 días de localización permanente por coacciones, lesiones, agresión sexual y vejaciones leves.

Por celos

Ocurrió el 9 de diciembre de 2017 en un domicilio del barrio valenciano de Patraix. Según la versión de la acusación pública, el procesado golpeó por todo el cuerpo a la mujer y le arrancó incluso mechones tras exhibir una "actitud celosa y posesiva" hacia ella e insultarla porque estaba mirando el móvil .

A la mañana siguiente, según el escrito de Fiscalía, la agredió sexualmente. Más tarde, permitió a la víctima que acudiera al hospital pero le hizo grabar , según el Ministerio Público, un audio donde ella misma aseguraba que las heridas se las había producido por una caída casual en la bañera.

El procesado ha explicado que mantuvo una relación de tres meses con la víctima, que dejó la relación tras lo sucedido. La noche de la agresión salieron de fiesta a un pub y después fueron a casa de ella, donde ha reconocido que le propinó golpes por todo el cuerpo. La agredida ha declarado que el hombre se guardó la llave de la casa para que no pudiera huir y comenzó a golpearla e incluso le arrancó el pelo . "Me pegó hasta que inconscientemente de tanto golpe y de tanto suplicar me quedé dormida ", ha contado entre llantos.

El agresor ha señalado que le pidió tener relaciones sexuales a la víctima, a lo que ella se negó y finalmente él le obligó, ya que ella estaba "intimidada y atemorizada". Ha asegurado que estaba "drogado y bebido" -pese a que ella dice que solo tomaron una copa- y que "lo veía todo normal". Finalmente, ha admitido que los hechos de los que se le acusan son ciertos y ha pedido perdón a su expareja.

La víctima ha contado que fue con él a la casa pensando en que iban a dormir porque ella tenía que levantarse pronto para irse a trabajar y él comenzó a acusarle de tener relaciones con su propio sobrino "y con todo el mundo" porque "estaba celoso". Cuando despertó de la paliza, ha continuado, vio que "estaba viva" pero no se podía mover "de lo dolorida que estaba" por lo que, pese a que inicialmente se negó a mantener relaciones con el agresor, finalmente se vio obligada a hacerlo porque "se estaba poniendo agresivo otra vez".

Abusa de una menor

También en Valencia, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial juzgaba este lunes a un hombre de 45 años en el momento de los hechos, acusado de abusar sexualmente de una menor, amiga de su hija y su sobrina y con la que contactó a través de Whatsapp durante el verano de 2017.

La Fiscalía sostiene que el acusado cometió los hechos tras ganarse la confianza de la menor, entonces de 15 años, con el pretexto de ayudarla a recuperar a su novio . Así, supuestamente, mantuvo varios encuentros sexuales con la chica, tanto en el domicilio de él como en casetas abandonadas de la localidad valenciana de Atzeneta d'Albaida.

Esta situación perduró hasta que la familia de la menor, alertada por las numerosas llamadas que esta recibía a altas horas de la noche, descubrió las conversaciones de Whatsapp y la joven relató lo que había ocurrido.

El Ministerio Público le acusa de un delito continuado de abuso sexual con acceso carnal y delitos de proposición para concertar encuentros sexuales y embaucamiento para obtener material pornográfico y reclama por ello penas que suman 12 años y nueve meses de prisión.

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